José Antonio Rivero3 min lecturaEl debate en torno a los coches eléctricos en España parece claro, o al menos tiene de acuerdo a una inmensa mayoría de la población: No hay suficientes puntos de carga y este tipo de vehículo son muy caros, además de que las ayudas para adquirirlos. Ante esta situación poco puede hacer la Dirección General de Tráfico (DGT), aunque, dentro de sus competencias, ha tomado la determinación de favorecer el uso de este tipo de coches y motos luchando contra lo que se conoce como 'icing'.
El 'icing' es un término inglés que viene de Estados Unidos y Canadá, donde no existe tanto debate en torno al uso de los vehículos eléctricos e híbridos, estando mucho más extendido allí que lo está en Europa, y mucho más que en España. El 'icing' es una mala práctica que comenten los conductores que no tienen este tipo de vehículo, es decir los de gasolina o diesel, que aparcan en zonas habilitadas para la carga de los coches eléctricos, lo que bloquea que este tipo de vehículos pueda realizar su reportaje eléctrico.
Esta práctica es todavía más problemática en España, donde la falta de puntos de carga es uno de los grandes problemas de este tipo de coches y motos. De hecho, en España hay actualmente 32.422 puntos de recarga para coches eléctricos. Aunque estos han ido aumentando con el paso del tiempo, lo cierto es que está muy lejos de los 64.000 puntos de recarga necesarios para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por Europa. Además, hay muchos puntos instalados, pero que no pueden operar, bien por problemas con la red eléctrica, la lentitud de la burocracia, o porque directamente están averiados.
Por todo ello, la DGT va a tomar cartas en el asunto y va a perseguir y sancionar esta práctica tan perjudicial para los conductores. Esto no lo hace Tráfico de forma arbitraria, puesto que el 'icing' es ilegal en nuestro país. La señal R-308 prohíbe estacionar en estos aparcamientos reservados a vehículos que emplean combustible fósil. Por esto, aparcar un coche o moto de gasolina o diesel en dichas plazas destinadas a coches eléctricos puede conllevar multas que van desde los 100 hasta los 200 euros.
La DGT ha demostrado en campañas anteriores que se toma muy serio estas medidas, por lo que la recomendación es pensártelo dos veces la próxima vez que vayas a estacionar tu vehículo en una de estas zonas de carga de coches eléctricos.