En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en un elemento común en las calles de las principales ciudades españolas, ganando popularidad gracias a su accesibilidad y versatilidad. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso importante al anunciar modificaciones en la normativa que regula estos vehículos de movilidad personal. ¿Podría esto marcar el principio del fin para los patinetes eléctricos tal como los conocemos?
La DGT ha establecido una fecha crucial: a partir del 22 de enero de 2024, todos los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), incluyendo patinetes eléctricos, deberán contar con un certificado que garantice su cumplimiento con estándares específicos de seguridad y rendimiento. Este certificado se convertirá en un requisito esencial para la comercialización de estos dispositivos en España.
Si planeas adquirir un patinete eléctrico después de esa fecha, deberás asegurarte de que venga acompañado por este certificado para evitar posibles sanciones. Aquellos que ya posean un patinete sin certificado tendrán un periodo de gracia hasta el 22 de enero de 2027, momento a partir del cual será obligatorio contar con un patinete eléctrico certificado.
La Dirección General de Tráfico ha identificado solo dos laboratorios autorizados para expedir el certificado de VMP: IDIADA Automotive Technology S.A. en Tarragona, España, y TÜV Rheinland Italia S.r.l. en Milán, Italia. Esta limitación busca garantizar la calidad y seguridad de los VMP en circulación. La DGT ha proporcionado un enlace en su sitio web para verificar las marcas y modelos que actualmente disponen de este certificado, lo que incluye a fabricantes reconocidos como Cecotec, Xiaomi y Superpedestrian.
La Asociación Española de Centros de Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) ha propuesto una inspección técnica para los VMP, similar a la ITV de los vehículos convencionales. Este proceso tiene como objetivo asegurar el correcto funcionamiento de los patinetes eléctricos, evitando posibles fallos que podrían resultar en situaciones peligrosas.
Entre los aspectos clave que la inspección abordará se encuentran la velocidad (limitada entre 6 y 25 kilómetros por hora), la eficacia del sistema de frenado, la implementación de soluciones técnicas adecuadas, adaptabilidad a diferentes tipos de inspecciones técnicas, verificación del estado de la batería y el cableado, comprobación de posibles golpes y la propuesta de una pegatina con código QR, ya que los patinetes no disponen de matrícula.
Estos cambios en la normativa marcan un nuevo capítulo para los patinetes eléctricos en España. Si bien buscan mejorar la seguridad y calidad de estos dispositivos, también plantean desafíos para fabricantes y usuarios. La implementación de certificados y la posibilidad de inspecciones técnicas podrían ser pasos importantes hacia una movilidad más segura y regulada, pero solo el tiempo dirá cómo afectarán estos cambios al futuro de los patinetes eléctricos en nuestro país.