José Antonio Rivero3 min lecturaLos patinetes se han convertido ya en un vehículo habitual en las ciudades de medio mundo. En España, sobre todo en las grandes ciudades, es muy común ver patinetes eléctricos por todas sus calles, siendo muchos de ellos de alquiler. Esto va a terminarse en Madrid, donde el alcalde, José Luis Martínez Almeida, ha tomado la decisión de eliminarlos.
El edil madrileño alega un incumplimiento de contrato de las empresas concesionarias que podían alquilar sus patinetes en la capital de España. Martínez Almeida revocará las licencias a todas ellas, Lime, Dott y Tier Mobility, que tendrán que retirar sus patinetes de las calles madrileñas.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, firmó este jueves el decreto para derogar las concesiones, por lo que será desde el 1 de octubre cuando no puedan estar estos patinetes en las calles. Desde que se publicó dicho decreto, las empresas tienen 20 días para presentar alegaciones.
En Madrid operaban 6.000 patinetes eléctricos para alquiler, 2.000 vehículos de movilidad personal por cada empresa concesionaria. Desde el Ayuntamiento afirman que en el poco más de un año que Lime, Dott y Tier Mobility llevan trabajando en Madrid se han realizado varias inspecciones y ninguna cumple las condiciones bajo las que fueron autorizadas a operar.
Una de las empresas implicadas, Lime, "lamenta profundamente la decisión", asegurando que se ha tomado "sin tener en consideración la visión de las operadoras en ningún momento". También afirma que "su operativa se ha realizado acorde a los requisitos de autorización" y muestra su "disconformidad con la decisión".
Desde el Ayuntamiento de Madrid van un paso más allá y afirman que no darán nuevas licencias, por lo que en la capital sólo se podrán usar patinetes si son de uso privado. "Se ha comprobado que el mercado no puede atender a las necesidades establecidas por el Ayuntamiento que garanticen la máxima seguridad posible para los ciudadanos", afirman desde el consistorio.
Madrid se suma así a París, que en agosto del año pasado tomó la misma decisión, aunque en el caso de la capital francesa fue tras una consulta ciudadana.
Precisamente al malestar que esto causará a los ciudadanos es a lo que elude Lime. "Esta decisión supone un cambio inesperado y perjudicial no solo para las compañías comprometidas y sus usuarios, sino para el conjunto de la ciudad de Madrid, que dejará de contar con un servicio de micromovilidad accesible y sostenible para desplazarse por la ciudad", afirman.