José Antonio Rivero3 min lecturaPaul Pogba, presuntamente víctima de chantaje y secuestro por parte de un grupo de personas cercanas a él, ha pedido en el juicio 50.000 euros por daños morales, además de solicitar a cinco de los encausados, entre los que no está su hermano Mathias, que le devuelvan lo que supuestamente gastaron de la cuenta del futbolista (unos 200.000 euros).
Sin la presencia del internacional francés en la vista, su abogada excluyó a Mathias Pogba porque "no se habría beneficiado de las compras" y de los dones hechos por Paul Pogba a sus amigos, que ascienden a 197.000 euros.
En la víspera de que la Fiscalía anuncie las posibles penas para los seis acusados, Mathias Pogba delegó la responsabilidad del chantaje que se juzga en Roushdane K., de 39 años, y el único que se encuentra en prisión provisional.
El hermano mayor del exfutbolista de la Juventus de Turín o el Manchester United, entre otros clubes, recordó el mediático vídeo que publicó en agosto de 2022, en el que hablaba de "revelaciones sorprendentes" sobre el campeón del mundo en 2018 y acerca de Kylian Mbappé, al que Pobga habría lanzado un sortilegio con la ayuda de un hechicero.
"Hoy puedo decir que, indirectamente, me presionaron a hacer ese vídeo", comentó Mathias Pogba, culpabilizando de esa presión a Roushdane K.
Este hombre, que tiene al menos siete antecedentes penales, está acusado junto a Adama C. (33 años), Boubacar C. (35), Mamadou M. (30) y Mohamed Machikour K. (36) por los cargos de secuestro, asociación de malhechores (artículo 450 del Código Penal francés) y chantaje en varios episodios ocurridos durante el año de 2022.
Mathias Pogba (34 años), hermano mayor de Paul y que comenzó su truncada carrera en el fútbol en el Celta de Vigo, está siendo juzgado por dos cargos, tentativa de chantaje y asociación de malhechores, no así por el de secuestro exprés con arma de fuego, el delito más grave de todos, el cual habría ocurrido en marzo de 2022.
Los seis supuestamente participaron en un complot para chantajear a Paul Pogba, al que habrían pedido 13 millones de euros para cuidar de su seguridad.
Todos ellos, integrantes del círculo íntimo del internacional francés en la localidad de Roissy-en-Brie (afueras de París), han alegado haber actuado por la presión de un tercer grupo.
El juicio se está desarrollando mientras Paul Pogba, de 31 años, sigue sin poder jugar al fútbol, siendo a principios de 2025 cuando el centrocampista francés verá cumplida su sanción por la ingesta de la sustancia por la que dio positivo por testosterona.