Pep Guardiola está atravesando uno de los peores momentos de su carrera como entrenador, si no el peor. El técnico catalán tiene al Manchester City en sexta posición en la Premier League, a doce puntos del Liverpool, que es el líder. También está eliminado de la Copa de la Liga y en la Champions League se la jugará la próxima jornada en un encuentro vital ante Paris Saint-Germain para no quedarse fuera a las primeras de cambio.
Por si esto fuera poco, el vestuario del conjunto inglés parece ser un polvorín, habiendo tenido que lidiar primero con graves lesiones, especialmente la de Rodrigo Hernández, que se rompió el ligamento cruzado, y teniendo futbolistas como Kyle Walker, que han pedido salir en este mercado invernal.
Todo esto ha provocado que veamos a un Guardiola muy fustigado, al que incluso se le pudo ver con la cara arañada tras un partido de Premier League, arañazos y cortes que él mismo se había hecho. Pero esto no es todo, ya que como avanzó este lunes El Periódico, el entrenador catalán habría puesto fin a su matrimonio con la mujer que ha estado con él los últimos 30 años, Cristina Serra.
Según el citado medio, Pep Guardiola y Serra decidieron divorciarse el pasado mes de diciembre, aunque pidieron a sus amigos y familiares que la noticia no trascendiera. Dicha información también asegura que la pareja lo ha dejado de manera amistosa. Tanto es así que las pasadas Navidades, habiendo ya decidido separarse, acudieron juntos al teatro con una de sus hijas.
La relación entre Guardiola y Cristina Serra comenzó cuando Pep era futbolista del FC Barcelona, en el año 1994. Fue ese año cuando ambos decidieron formalizar la relación. No fue hasta 2014, con Pep en el banquillo del Bayern de Munich, cuando ambos formalizaron su relación con una boda civil que tuvo lugar en Matadepera.
Pep y Cristina han tenido tres hijos durante estos 30 años de relación. La pequeña es Valentina, de 17 años, Marius, de 22, y María, de 24. Esta última es la más conocida de los tres, ya que cuenta con casi un millón de seguidores sólo en Instagram, donde actúa como influencer y modelo.
Dice el refrán que las desgracias nunca vienen solas, y eso es precisamente lo que debe estar pensando Pep Guardiola durante estas últimas semanas. Por mucho que la separación haya sido amistosa y que el City ahora se refuerce para intentar mejorar la situación, estos días han sido muy duros para el técnico español.