El desencuentro entre Serra y el dúo Haro-Catalán va más allá de la falta de acuerdo a la hora de prescindir de Setién. Los rumores se han disparado y se filtran comentarios que afectan directamente a la labor del director deportivo, a sus errores en el mercado de invierno y a la autonomía con la que se mueve, saliéndose del carril que imponen quienes mandan.
La guerra fría está en plena ebullición. Los mensajes y las armas que se manejan para ganarla se transmiten 'sottovoce'. Nadie quiere dar un paso en falso porque está en juego la estabilidad del Betis y la construcción de un proyecto que reactive el crecimiento deportivo. Serra tiene mucho crédito y un pleno respaldo social. Haro y Catalán, por su parte, le han dado un importante impulso a la entidad en el aspecto económico y social.
Tres piezas clave que pueden lograr lo mejor en plena sintonía y capaces de crear una crisis de incalculables dimensiones si la desconfianza rompe el que siempre fue un matrimonio de conveniencia. Si la cuerda no va a romperse, convendría escenificar la unión que necesita un Betis que no está para soportar una lucha de egos.