Nuevo partido de
vaivenes para el
Real Betis, que comenzó (como tantas otras veces) perdiendo para
remontar el partido antes del descanso y merecer, acumulando muchas
ocasiones, un marcador más amplio, aunque
perdonar suele costar
caro. Tan
apretado era el resultado que, con la expulsión de
Pezzella, el
Espanyol se fue arriba y logró igualar a dos en la
última jugada del encuentro. Un jarro de agua fría para los heliopolitanos, que realizaron un
esfuerzo encomiable, con futbolistas fuera de posición y todos los cambios hechos para poder
reaccionar, finalmente sin el premio de los tres puntos, si bien el cuadro de
Pellegrini continúa perdiendo poco.
Gran labor del centro del campo y de los hombres de la
media punta, con tantos, asistencias y hasta tres disparos al palo. Una vez más, la parroquia verdiblanca se marcha con la sensación de que a su equipo le renta mucho menos de lo que merece
todo lo que genera en ataque. La semana no pudo ser perfecta en La Palmera, donde hubo un estreno victorioso en la 21/22 (el lunes, en
Granada) y una remontada con liderato de grupo en la
Europa League. El empate este domingo deja fríos, por cómo se produjo, a los pupilos del 'Ingeniero'.
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Óscar Murillo2 min lectura
