Dos goles de Borja Iglesias, el segundo a tres minutos de la conclusión, certifican prácticamente el objetivo de la temporada, una clasificación europea que, con siete puntos de ventaja sobre el Celta y nueve en juego, ya no se va a escapar. Sólo un error infantil de Bartra pudo evitar un triunfo merecido, que el Betis se trabajó desde el primer minuto y que, en un final apoteósico, acabó llevándose.
De entrada, Pellegrini sorprendía con la presencia en el once de William Carvalho, que sólo había sido titular una vez este año -en Elche- y fue cambiado al descanso; mientras que el resto eran los esperados, con Bartra y Joaquín para suplir las ausencias de Mandi y Fekir. En el Granada, Rui Silva finalmente partía desde el banquillo, pese a forzar su convocatoria, mientras que el exbético Jorge Molina tampoco era de la partida y Diego Martínez lo reservaba para la segunda mitad. Aunque la presión inicial del Granada parecía indicar que le iba a disputar la posesión al Betis, muy pronto el equipo verdiblanco dejó claro que el balón iba a ser suyo. Los pupilos de Diego Martínez aceptaron la situación, diero un paso atrás y se aprestaron a esperar una contra sin bajar su intensidad.
El plan inicial del equipo rojiblanco se rompió muy pronto. A los 11 minutos, Montoro, un hombre clave en el sistema de Diego Martínez, se marchaba lesionado y tenía que suplirlo el cordobés Fede Vico. Y aún trastocados, el Betis aprovechaba la estrategia para conectar hasta tres remates sobre la portería de Aarón, que sólo el mar de piernas que tenía delante le evitó un disgusto. Reaccionó el Granada con una jugada aislada, que tuvo mucho peligro. Fue un centro sin aparente problema para la defensa, que despejó mal Bartra, sobre su portería, y obligó a Claudio Bravo a sacar una mano y encarar con éxito un posterior remate de Fede Vico, que le había ganado la espalda a los defensores verdiblancos.
Era un primer aviso de lo que cualquier error bético podía costar. El segundo, acabó con el balón en la red de la portería de Bravo. Fue un robo en campo bético, justo en lo que Pellegrini más insiste, que pilló descolocada a la defensa y que finalizó Luis Suárez con un lanzamiento que Bravo desviaba al palo. El rechace llegaba a Darwin Machis, que acabó empujando el balón al fondo de la portería. Por fortuna para el cuadro local, estaba unos centímetros adelantado y el gol no subió al marcador.
No se amilanó el Betis por esta doble ocasión granadina. El equipo verdiblanco logró enlazar su mejor jugada (26') cerca del área contraria y, tras una pared entre Joaquín y Aitor Ruibal, el catalán encaró la meta granadina y, en lugar de tirar, eligió un centro chut que Aarón quitó de los pies de Borja Iglesias. Sin tregua, Emerson sería el que llegaría tres minutos después por la otra banda, pero también eligió la peor opción, centró muy cerrado y el portero valenciano no tuvo problemas para detener la pelota.
El ritmo era impropio de las alturas de temporada a las que nos encontramos. Los dos equipos estaban echando el resto. Era mucho lo que se jugaban y lo demostraban en cada acción, en la que los jugadores iban al límite. En pleno desenfreno verdiblanco, el cuadro de Pellegrini rozó de nuevo el gol a los 35 minutos. Fue un robo en propio campo, que Canales transformó con su velocidad en un tres para dos y aunque se le quedó un poco atrás su pase a Joaquín, éste logró ponérsela a Emerson para que llegase a línea de fondo y centrase atrás. Foulquier apareció de forma milagrosa para quitarle el gol a Ruibal.
Se había salvado el Granada, de momento, porque tres minutos después no estaba el francés para evitar el remate de Borja Iglesias. Fue otra acción rápida por banda izquierda, que Ruibal prolongó al centro del área para un Borja que estaba solo y, al no encontrar a nadie de frente, se revolvió y puso el balón lejos del alcance de Aarón. Un tanto de '9' puro. El Betis aprovechó el desconcierto granadino para vivir unos seis últimos minutos del primer tiempo en campo rival, apretando y tratando de encontrar un nuevo error que le hubiera dado una mayor ventaja al descanso. El conjunto de Diego Martínez se cerró atrás, tapó huecos y logró sacar todos los balones que los béticos intentaron colocar.
Al Granada no le quedaba otra que irse hacia adelante y arriesgar. Todo lo que no fuera ganar casi le descartaba de Europa a final de temporada. Y lo quiso dejar claro muy pronto, con un empuje que logró meter en su campo al Betis. Sus primeras ocasiones, no obstante, llegaron en jugadas de estrategia y ambas con Puertas como protagonista. La primera acabó con remate de cabeza franco del ameriense, que puso a prueba a un Claudio Bravo que despejó sin contemplaciones. La segunda se le fue fuera por muy poco.
Tras diez minutos de sufrimiento, el partido regresó a su cauce original, a un Betis dominador y un Granada que peleaba cada pelota en la presión. El gran desgaste rojiblanco le pasó factura, de nuevo, en forma de lesión. Yangel Herrera se despedía y Diego Martínez tenía que echar mano del exsevillista Yan Eteki. El Betis parecía tenerlo todo controlado, pero con un rival tan intenso nunca puedes estar seguro. Debes mantener la tensión y, sobre todo, no cometer errores. Y Bartra cometió uno de infantil. El catalán, en una salida, dio un pase atrás sin mirar y dejó a Darwin Machis solo ante Bravo. El venezolano superó al chileno y, pese a quedar escorado, remató a puerta vacía. Tocaba empezar de nuevo.
Pellegrini trató de reaccionar rápidamente dando entrada a Tello y a Lainez por unos exhaustos Ruibal y Joaquín. Pero el Granada estaba lanzado y, como ocurrió con el cuadro bético en el final de la primera parte, trataba de aprovechar el desconcierto que el gol había causado en las huestes de Pellegrini. Luis Suárez tuvo el gol en su cabeza a los 72 minutos, pero Víctor Ruiz le estorbó lo suficiente para que el colombiano rematase desviado. Un minuto después era otra vez Machís el que tenía un remate desde una buena posición, pero su cabezazo le salió muy centrado y atrapó Bravo con facilidad.
Quedaban quince minutos para variar un empate que no favorecía al Betis, pero mucho menos a su rival. Sin miedo, Pellegrini arriesgó dando entrada a Rodri y el joven canterano, tras dos meses en el filial, regresó y revolucionó el partido. Lainez y Tello empezaron a aparecer y durante minutos, el balón merodeó con mucho peligro el área de Arrón. El meta valenciano paró una de Bartra, sacó otra de Borja y hasta una Guido sobre la línea. Esta última provocó una cesión de Gonalons a tres metros de la portería. Una ocasión muy peligrosa que el Betis no desaprovechó.
Canales cedió atrás para Borja Iglesias, su disparo lo sacó Duarte bajo palos, pero le llegó de nuevo el rechace y, a la segunda, no erró. La clavó arriba. No dio tiempo para más. El Betis acaricia Europa con las dos manos.
Ficha técnica:
Real Betis: Claudio Bravo, Emerson, Bartra, Víctor Ruiz, Miranda, Guido Rodríguez, William Carvalho (Rodri 80'), Joaquín (Lainez 71'), Canales (Guardado 88'), Ruibal (Tello 71'), Borja Iglesias.
Granada: Aarón, Foulquier, Germán, Duarte (Víctor Díaz 76'), Quini, Gonalons, Montoro (Vico 12', Jorge Molina 76'), Yangel Herrera (Yan Eteki 62'), Machís (Nehuén Pérez 76'), Puertas y Luis Suárez.
Goles: 1-0 (39') Borja Iglesias;
1-1 (66') Machís;
2-1 (88') Borja Iglesias.
Árbitro: César Soto Grado (C. riojano). Amonestó a Montoro, Víctor Ruiz, Puertas, Joaquín, Yan Eteki, Quini.