Hace diez años, el entonces
Caja San Fernando cortaba en febrero a un técnico que se estrenaba como primer entrenador,
Velimir Perasovic, en la jornada 22 porque estaba a tres triunfos del ‘play off’ y con un balance de 10 victorias en 22 partidos. Era la exigencia de un club que, tras una década, se ha acostumbrado a otros objetivos.
Galilea no dudaba el jueves en defender a capa y espada a un
Scott Roth que, al igual que entonces el hoy técnico del
Valencia Basket, se estrena en la
ACB. Entre medias han pasado diez campañas en las que el equipo sevillano ha mirado más a la
LEB Oro que a los ‘play off’ por el título y que ha vivido situaciones similares a la que ahora atraviesa en demasiadas ocasiones, hasta el punto de que la etapa de
Plaza aparece como un oasis en medio del caos.
A favor del director deportivo del hoy
Baloncesto Sevilla habría que decir que la actual no es ni de lejos la peor situación que atraviesa el ex Cajasol por estas fechas, pues en estos diez últimos años hasta en tres ocasiones el equipo afrontaba la decimoquinta jornada como colista y otras dos, la temporada de
Magnano (07/08) y la primera de
Aíto (12/13), estaba, con cuatro y tres triunfos respectivamente, fuera justo del descenso, pero a un solo partido del pozo.
En su contra está que salvo ese primer año de Aíto, en el que se habían detectado y solucionado las deficiencias y con los fichajes de
Williams y
Blakney el equipo había reaccionado ya, en el resto hubo que echar mano a un cambio en el banquillo.
Si todo parece ahora un caos, qué decir de la temporada 08/09, la que empezó
Comas y acabó
Pedro Martínez, en la que a estas alturas sólo sumaban un triunfo; o de las dos en las que el propio Comas tuvo que venir a sacar el barco del pozo... Aún hay tiempo para reaccionar, pero hacen falta esos retoques que todo el mundo ve y que no acaban de llegar. Sea en el banco o sobre el parquet.