Seguramente
por plantar un muro ante la enorme presión a la que están sometidos los entrenadores y a que nada de lo que diga se saque de contexto,
Julen Lopetegui aparece por las ruedas de prensa
con las respuestas ya definidas, mostrando
una habilidad elogiable para regatear preguntas comprometidas o evitar dar pistas sobre sus alineaciones o el mercado de fichajes.
El problema es que
su Sevilla se ha vuelto tan soso como sus ruedas de prensa y que el equip
o deja tantas cuestiones sin revolver como el propio técnico vasco ante los medios.
A saber: ¿Por qué no usó a
Dabbur ni Chicharito? ¿Cuál es el motivo de que
Koundé, con el que el sólo se habían perdido dos partidos en toda la temporada, haya desaparecido de sus alineaciones? ¿Había necesidad de
romper la banda derecha, lo único que le estaba funcionando en ataque? ¿Qué ha hecho
Munir, autor de
14 goles en cuatro ratos desde que llegó a Nervión, para desaparecer? ¿Tan mal ve a
Rony Lopes? ¿De verdad su plan ante el Mirandés pasaba por esperar a que el rival, que sí jugó con muchos suplentes, se cansara? ¿Es realmente imposible que, tras marcar el primero,
se busque un segundo tanto? ¿No es suficiente con haber dilapidado
ocho ventajas en el marcador en lo que va de campaña? ¿Es normal que todos los jugadores de la plantilla
estén por debajo de su verdadero nivel? ¿Ha tocado ya fondo o
todavía queda caída? Y, lo más importante, ¿
se ve capacitado para sacar esto adelante? ¿Tiene soluciones o va a seguir insistiendo
en algo que no funciona?
Responda, por favor, pero
hágalo sobre el campo, a ser posible.