Ante el Eibar, en Nervión se vivió
una especie de guerra civil. Pasado el minuto 75, el partido se detuvo, por la lesión de Sergio Rico, y la
grada baja de Gol Norte, en silencio hasta entonces, saltó al unísono, gritando
"Pepe Castro, marioneta" en dirección al palco. El resto del estadio reaccionó ´ipso facto´,
como el día de Ramos, pero esta vez
no fue para ponerse a favor de los Biris, sino todo lo contrario. Primero,
pitos y, más tarde,
cánticos a favor del Sevilla. Y no es no entiendan al grupo de animación en
su lucha, es que entendían, con
el equipo sufriendo como nunca y luchando por
tres puntos importantísimos, que
no era el momento idóneo para reivindicaciones particulares, sino sólo para
mirar por el escudo.
Ya lo decía
Ramón Sánchez-Pizjuán: "El Sevilla no eres tú, ni yo, ni aquél...
El Sevilla está muy por encima de todos nosotros". También está por encima de encima de los Biris, quienes no eligieron ni el contexto ideal ni la forma correcta para hacer ver que con ellos
se está cometiendo una injusticia. Hasta
N´Zonzi, quien lleva poco aquí, lo vio claro: "Afición, necesitamos su apoyo SIEMPRE. Estamos dando todo en la cancha y hay que tener una actitud positiva!".
El equipo, lo primero.