Se puede reducir
el factor suerte a base de trabajo. Y se reduce bastante a base de
buen trabajo, como el que está realizando
Sampaoli, pero siempre existe
un porcentaje importante en el fútbol que es
impredecible. En Vigo, el Sevilla ganó porque se lesionó
Nico Pareja y el técnico argentino eligió a
Vicente Iborra, autor de un 'hat-trick', como sustituto. Quizás hubiese vencido de otro modo, pero el caso es que eso resultó determinante.
El Sevilla
no estaba jugando mal. Simplemente,
no tenía gol, como otras muchas tardes, e Iborra no hizo más que
reafirmar la idea de que
falta un delantero centro, así como que debe ser
potente y con dominio aéreo, distinto a
Vietto y Ben Yedder, dos buenos jugadores que hubiesen sido
muy buenos con Emery y que parecen
regulares con Sampaoli.
Son dos delanteros para acudir a los espacios y, generalmente,
no los tienen, bien porque el Sevilla domina y al rival
le da tiempo a ordenarse en defensa, bien porque
las transiciones nunca son rápidas, pues tanto a
Vitolo, como a
Sarabia, el
'Mudo' y hasta
N'Zonzi le gusta conducir en exceso antes de soltarla.
El 'hat-trick' de Iborra no lo evita. Simplemente, reafirma el perfil: falta un delantero centro. Hasta Vietto y Ben Yedder, que gozarán de más huecos si otro fijara a los defensas,
lo agradecerían.