El calvario de las lesiones de rodilla imprime carácter a los que las superan y
Sergio Canales lo ha hecho en tres ocasiones para volver en plenitud a jugar incluso mejor que antes y ser el espejo de futbolistas como su compañero en el Betis
Víctor Camarasa, al que el club bético ha renovado por una temporada.
La casuística de las dolencias y roturas en esta articulación es amplísima, muchas acaban en retiradas prematuras y las más con la merma en el rendimiento de los que las sufren, que no recuperan sus prestaciones previas, o en secuelas en otras zonas del cuerpo, tan exigidas en el deporte de élite. Pocos podían apostar por que
Sergio Canales, tras su rutilante irrupción en el fútbol de élite en el
Racing de Santander y su fichaje por el
Real Madrid, iba a recuperar su mejor nivel tras sus dos lesiones en el
Valencia y la última de 2015 en el Santiago Bernabéu con la camiseta de la
Real Sociedad.Sin embargo, el cántabro superó los peores presagios y volvió a serlo gracias a un exhaustivo plan físico y de nutrición que ha posibilitado que lleve siete años de máximo rendimiento sin lesiones de consideración, desde los 24 que tenía ese diciembre en el
Bernabéu a los 31 que tiene.
Sergio Canales terminó su contrato con la Real Sociedad y en el verano de 2018 fichó por el
Betis, en el que ha desplegado lo mejor de su repertorio y es una de las claves del equipo que dirige el chileno Manuel Pellegrini, con el que ha renovado hasta junio de 2026.
Esas tres gravísimas lesiones y sucesivas operaciones de rodilla de
Canales, dos del ligamento cruzado de su pierna derecha en el Valencia y una de la izquierda en la
Real Sociedad, son el espejo en el que ha confesado que se mira Camarasa, a quien el Betis cuida con su renovación tras el calvario que lleva vivido con las lesiones.
"Si él pudo, yo puedo también", ha manifestado Víctor Camarasa, quien ha apuntado que el futbolista de Santander, al que califica de "ejemplo", le aconseja con frecuencia porque "él ha pasado por esto tres veces y sabe mejor que nadie" por lo que está pasando.
La historia en el Betis de
Víctor Camarasa, quien el próximo sábado cumplirá 28 años, ha estado marcada por el infortunio desde que llegó al Benito Villamarín en 2017 a cambio de unos ocho millones de euros procedente del Levante y después de haber destacado en la temporada anterior en una cesión en el Alavés.
No tuvo una buena entrada en el
Betis al no encajar en la idea de Quique Setién, se fue cedido al Cardiff galés en 2018 y, tras un año en la
Premier League, volvió al Betis aunque fue cedido en el verano de 2019 al Crystal Palace y, en enero de 2020, nuevamente al Alavés, donde acabó la temporada.
Fue ahí donde empezó el calvario de Camarasa con las lesiones, ya que el chileno
Manuel Pellegrini contaba con él, se lesionó de gravedad en la pretemporada en Marbella y se perdió todo el ejercicio 2020-2021 para empezar con aparente normalidad el siguiente hasta que, una vez que jugó 101 minutos en siete partidos, empezaron las molestias en enero y ya no entró en ninguna convocatoria desde el 21 de ese mes ante el Espanyol.
La lesión primigenia del de Meliana fue en el ligamento cruzado y el menisco de su pierna derecha y en esta temporada fue el tendón rotuliano el que le obligó a pasar por el quirófano a mediados del pasado abril tras un año que había pasado en blanco.
Pellegrini dijo en su día que el jugador "tiene el apoyo del club" y estas palabras del chileno no se quedaron en declaración de intenciones, sino que este miércoles se tradujeron en la renovación por un año de Camarasa cuando muchos lo podían situar ya fuera del club al terminar su contrato el próximo 30 de junio.
"Quiero darle las gracias al club por este gesto porque esto es algo muy importante para mí, para estar fuerte mentalmente porque esta situación que llevo durante dos años es difícil. Por mi parte, voy a darlo todo para recuperarme y darlo todo cuanto antes", agradeció el medio de Meliana el gesto del Betis. EFE