Cuando arrancó la temporada 2021/2022, había dudas más que razonables de que el
Real Betis tuviese plantilla suficiente para rendir a un alto nivel en tres competiciones. Sin embargo,
Manuel Pellegrini y los suyos se empeñaron en hacer ver su error a los críticos alcanzando la
final de la Copa del Rey y los octavos de la UEFA Europa League, además de ser quinto en LaLiga y a sólo tres puntos de la zona Champions a falta de seis jornadas para la conclusión.
Todo ello, Pellegrini lo ha conseguido manteniendo
enchufados a todos los componentes de la plantilla, entre los que ha ido repartiendo salomónicamente los minutos para motivarles y hacerles ver que necesitaba la mejor versión de todos y cada uno de ellos. Así, hasta que hace un mes fue apeado de Europa por el Eintracht de Frankfurt, ha sido habitual ver un mínimo de cinco o seis cambios en la alineación del Betis entre un partido y otro. Salvo Canales, Fekir y Guido, el resto han ido turnándose.
Ahora, que
LaLiga le fuerza a jugar este martes la jornada 33, a sólo cuatro días de enfrentarse al Valencia CF en el estadio de La Cartuja de Sevilla en la gran final de Copa,
Pellegrini recuperará ese sistema de rotaciones que podría llevar hasta un
punto aún más extremo. Su lema siempre ha sido que el partido más importante siempre es el siguiente, pero en este caso es evidente la excepción: ganar la Copa, además de darle un título después de 17 años de sequía, también asegura pasaporte para competiciones europeas.
Así, con las únicas bajas de los operados
Martín Montoya y Víctor Camarasa, quien no tendrá la oportunidad de despedirse de la afición en el campo después de mucho esfuerzo para intentar volver tras su grave lesión de rodilla, se espera que Pellegrini haga relevos en todas las líneas de cara al choque contra el Elche que tendrá lugar en la noche del
martes (21:00 horas) en el estadio Benito Villamarín de la capital andaluza.
Eso sí, los que salgan se han ganado a pulso contar con la máxima confianza de la afición del Betis.
A sólo tres puntos de la Champions, pero a sólo dos de poder caer a zona de Conference League, los verdiblancos intentarán ganar para aumentar la llama de la ilusión en una afición a la que le cuesta desconectar de esa final para la que se clasificaron hace cinco semanas y que se puede palpar en el ambiente.
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