El próximo 30 de junio expirará el contrato de
Kappa con el
Real Betis. Han sido dos etapas, la segunda de cuatro temporadas, en las que la firma italiana ha vestido al club heliopolitano. Y, como hace 17 años, la firma turinesa tendrá la ocasión de elaborar una
edición especial, en este caso como despedida, para una final de la
Copa del Rey. Entonces, en 2005, la escuadra adiestrada por
Lorenzo Serra Ferrer lució una equipación exclusiva (abajo, gracias a @LaPieldelBetis) para aquel encuentro en el
Estadio Vicente Calderón ante Osasuna, con triunfo en la prórroga (2-1) con gol de
Dani. Es, hasta la fecha, el último título que luce en las vitrinas del Benito Villamarín. Ahora, como un gesto
nostálgico y apelando a la suerte, la historia se repetirá.
De hecho, como puede comprobarse en la
tienda oficial del club, Kappa prepara una nueva casaca conmemorativa de tan importante cita. Un trabajo a contrarreloj, pues ya puede
reservarse (al precio de 78 euros), sirviéndose a los compradores la
semana previa a la gran cita: el
23 de abril en el
Estadio de La Cartuja. Un último gran servicio de la empresa de las dos mujeres sentadas espalda contra espalda a una institución que, sin duda, ha popularizado sus prendas en España y Europa. Y es que, a falta de confirmación oficial, el Betis tendrá un nuevo espónsor técnico a partir de la campaña
2022/2023. Se trata de
Hummel, que ya vistió a los heliopolitanos
entre 1987 y 1990. La nueva vinculación será por cuatro ejercicios, con un quinto opcional.
Volviendo a la final de Copa de 2022, el Betis se ha ganado, por
antigüedad, el derecho a ser
local, pues el criterio que utiliza la RFEF es la fecha de fundación, siendo la verdiblanca la de 1907, doce años antes que su rival, el
Valencia. Por lo tanto, los de Pellegrini elegirán su
indumentaria, que será casi con toda seguridad verdiblanca. Se estudia la posibilidad de seguir con
calzonas negras, como toda la edición actual del torneo del K.O., aunque sea sólo por
superstición. El cuadro che, por tanto, debería lucir alguna de sus dos equipaciones de
reserva (la primera es blanca, con calzón negro), la carmesí o la azul, o bien una edición especial que evite la predominancia del blanco o el verde.
Además, los hispalenses ocuparán el
vestuario local de un recinto a pocos kilómetros de su casa (y en el que estudiaron cumplir la sanción por cierre del Benito Villamarín, finalmente suspendida cautelarmente y reducida a una clausura parcial de una parte del
Gol Sur), amén del primer hueco, a la izquierda, en los
carteles de la final de Copa. Una deferencia que recuerda a la de la anterior ocasión ante Osasuna, aunque esa vez ninguno tuvo que varias su vestimenta habitual por
coincidencia de colores.
Puede repasar en esta
galería.