El Comité de
Competición de la RFEF ha abierto
expediente sobre los incidentes del pasado sábado en
El Gran Derbi de Copa del Rey entre el
Real Betis y el
Sevilla FC, suspendido en el minuto 39 tras el lanzamiento desde la grada de una vara de PVC que impactó en la cabeza del nervionense
Joan Jordán y reanudado, también en el
Benito Villamarín pero a puerta cerrada, en la tarde del domingo, con resultado de 2-1 para los verdiblancos, que avanzan hacia los cuartos de final. El colegiado del encuentro,
De Burgos Bengoetxea, previa consulta con técnicos y capitanes, decretó la interrupción de la eliminatoria ante la negativa visitante a continuar, dado que el mediocentro fue trasladado a un centro hospitalario para su evaluación, perdiéndose la segunda parte de la misma.
Aunque el motivo inicial queda bastante claro (el objeto
arrojado desde la grada baja de
Gol Sur), varios futbolistas heliopolitanos
denunciaron en las redes sociales lo que su entrenador,
Manuel Pellegrini, y su presidente,
Ángel Haro, dejaron entrever al día siguiente ante los medios de comunicación: sospechan que el míster blanquirrojo,
Julen Lopetegui, instó a Jordán a
exagerar el daño sufrido, alegando mareos y malestar, lo que no ocurrió hasta más de siete minutos después del impacto. Para probar estos hechos y en su
descargo, la entidad bética ha enviado a Competición un amplio abanico de
pruebas audiovisuales (imágenes y sonidos) de las
cámaras y micrófonos situados en la zona de banquillos, amén de entregar a la Policía las situadas en Gol Sur, que han ayudado a
la identificación y detención este lunes del presunto autor de los hechos, como avanza 'Abc'.
Para este martes se esperaría, en condiciones normales, el
fallo del primer peldaño de la justicia deportiva, aunque éste podría retrasarse o parcelar sus decisiones. El anfitrión de los octavos de Copa espera que su
condena inmediata del incidente violento, el
carácter individual del agresor, la
actitud del resto del Estadio (señalando a los culpables y pitándoles), la
colaboración con las fuerzas del orden para la detención del citado energúmeno y la amenaza clara de retirarle el abono (de tenerlo) ayuden a que el Villamarín no sea clausurado o que, de ocurrir, sea solamente una vez o parcialmente (el Gol Sur). En cualquier caso, aunque hubiera resolución negativa en las próximas horas, cabrían
recursos ante Apelación y el TAD, que podría suspender cautelarmente cualquier cierre, por lo que no se baraja otro escenario distinto este martes a las 20:00 horas ante el Alavés. Ni siquiera actuar a puerta cerrada, pues entienden que ya
suficiente castigo fue disputar lo que faltaba de derbi
sin público y a deshoras.
En lo que se refiere a la investigación acerca de la actitud de varios miembros de la delegación sevillista, desde Lopetegui a Jordán, ni siquiera está claro que haya una acusación definitiva, por lo que el expediente, que podría ser
distinto al del posible cierre del Coliseo de La Palmera, tiene también serias opciones de ser
archivado. El destino del detenido por la presunta autoría del lanzamiento de la vara de PVC, más allá de las
acciones que se tomen contra él en la
justicia ordinaria y en la que el propio Betis podría ejercer de
acusación particular, Competición deberá esperar a que
Antiviolencia proponga una multa y una sanción.