Debutó con el primer equipo del Betis nada menos que en el Camp Nou de la mano de
Quique Setién, pero el colombiano
Juanjo Narváez no terminó de explotar en el
Betis y tras encadenar dos cesiones, primero al Almería y después en Las Palmas, donde contaba con el aval de
Pepe Mel, finalmente se desvinculó del Betis el pasado verano, momento en el que firmó por el
Zaragoza.
Ahora, el atacante cafetero está relanzando su carrera en la capital maña, donde se ha convertido en el Pichichi del equipo con ocho goles. "En lo personal, he podido marcar muchos más goles y soy muy exigente conmigo mismo. Quiero seguir anotando y seguro que el gol en los compañeros también llegará porque los veo entrenar y su trabajo está ahí", reconoce en una entrevista en
El Periódico de Aragón.
Narváez, que comparte equipo con otro excanterano bético,
Álex Alegría, admite que se siente en deuda con el Zaragoza, que apostó fuerte por él en verano. "Desde el principio el club me transmitió que era un jugador importante y toda la confianza que me han dado se la tengo que devolver en el campo.
Intentaré dar todo para ayudar a mantenerse en Segunda".
Comprometido y con la puntería afinada,
Narváez es la gran esperanza de un histórico en horas bajas que ahora necesita sus goles para salir de la zona baja de Segunda, pues el cuadro zaragozista está apenas un punto por encima del descenso.