Aunque la versión oficial es que el
Betis no renuncia a la renovación de contrato de
Mandi, con quien se pactó antes de que estallara la propagación mundial del coronavirus de Wuhan
una ampliación hasta 2024 (con otro año opcional) con subida de sueldo y cláusula, la crisis de la COVID-19
obligó a los dirigentes verdiblancos a replantear su propuesta. Lógicamente, el paso atrás no hizo ninguna gracia al zaguero, que se hace cargo de la situación, aunque entiende que merece un reconocimiento, como tuvieron ya
Canales, Guardado o Joaquín.
El cambio de agentes por parte del
campeón de África tampoco benefició a la operación, que debió quedar resuelta a finales de enero o principios de febrero, aunque el retraso, ajeno a los intereses heliopolitanos,
ha terminado por frustrar la continuidad del central y lateral derecho, que no ve factible, en este momento, variar un horizonte que le vincula con el Betis solamente hasta
el 30 de junio de 2021.
Así las cosas, desde
la planta noble del Benito Villamarín se ha concedido una autorización a varios intermediarios para que muevan a
Mandi en el mercado, ya que, de no renovar, la del próximo verano sería la última ventana en la que la entidad heliopolitana puede obtener alguna plusvalía por el traspaso del ex del
Stade de Reims, que cuenta con
una cláusula de 30 millones de euros que nadie va a pagar ya -llegó a haber aproximaciones a los 20- y que podría negociar libremente con otro club a partir de enero de 2021 para irse gratis dentro de un año.
Las expectativas en la Avenida de La Palmera se mueven
entre los 10 y los 15 kilos, puesto que, pese a la recesión actual, el valor de mercado de Mandi no se ha reducido demasiado, quedando en 16 millones de euros para la web especializada
Transfermarkt. Únicamente su tesitura contractual obligará al Betis a rebajar un tanto sus pretensiones, pues hasta el verano pasado señalaban su cláusula a todos los interesados, fundamentalmente de la
Ligue 1 (Marsella y Lyon) y de la
Premier. En España,
se le relacionó con Barcelona y Atlético de Madrid, aunque aquello no pasó de un rumor.
Sesa como fuere, en la comisión deportiva de club verdiblanco
no todos han perdido la esperanza de convencer al franco-argelino con una propuesta a medio camino entre la inicial y la segunda, aunque el escenario más probable es el del adiós de un defensor que ha crecido muchísimo en estas cuatro campañas con el escudo de las trece barras en el pecho. Especialmente a las órdenes de
Quique Setién, que priorizó su titularidad por delante de la de
Pezzella, que terminó cedido y luego traspasado a la Fiorentina. A sus 28 años, pese a haberse perdido tres de las ocho últimas jornadas, Mandi ha sido fijo también para Rubi y Alexis (3 partidos de 4 de inicio).