Si ya de por sí es complicado para un recién llegado adaptarse a un nuevo club, una nueva ciudad y una nueva Liga, llegar en enero y de Suramérica multiplica los hándicaps.
Guido Rodríguez tuvo sólo a su favor prácticamente el idioma, lo que no ha evitado que esté atravesando por el inicio de año más raro de su vida deportiva. Apostó fuerte el argentino por el
Betis en la reciente ventana invernal, forzando un poco al América a aceptar la oferta a la baja de los verdiblancos, pero, aparte de que nadie esperaba este parón obligado en el deporte mundial por culpa del coronavirus de Wuhan, el de Sáenz Peña ha sido, de largo,
el más perjudicado del plantel heliopolitano.Ayer, Guido
vivió su cumpleaños (26) seguramente más triste, consciente de que le será imposible alcanzar esta temporada, si se reanuda, el ritmo de sus compañeros, que ya lo llevaban mal para mantenerlo con entrenamientos en solitario, insuficientes para este novato. Incluso, el otro fichaje de enero, Aleñá, pese al ostracismo, estaba en la dinámica del Barça y de LaLiga, mientras que el argentino venía de medio mes parado, que aprovechó para casarse con su novia desde hace casi ocho años, Guadalupe Ramón, con la que tiene una hija.
Con ellas comparte el confinamiento en tierra extraña, recién conocida. Y, encima, rematando de la peor manera el lustro: nunca había jugado tan poco a estas alturas desde que abandonara
River Plate en 2015. Guido no contaba demasiado en el club de su vida, por lo que se marchó a Defensa y Justicia, desde donde dio el salto a México. En 2016, alcanzó la primera quincena de abril con 885 minutos de 900 posibles, una tónica que repetiría en la
Liga MX.
En 2017, con Tijuana, había jugado casi completos 12 de los 13 partidos disputados en este primer cuatrimestre (1.041 de 1.170’, más la Copa MX), dinámica que se confirmó en sus dos cursos como americanista. En la segunda semana de abril de 2018, el pivote, que
apenas acumulaba con el Betis 252 minutos oficiales antes de la interrupción de la competición, presentaba unos números muy distintos en el D.F.: sólo se había ausentado en tres citas, con los 1.506’ restantes a sus espaldas.
El año 2019 arrancó de la misma manera para Guido: 1.710 minutos a estas alturas, habiéndose perdido únicamente 180 con la entidad azulcrema.