El partido en El Sadar no dejó grandes noticias en clave verdiblanca, más allá de que la escuadra de Rubi
sigue sin transmitir buenas sensaciones. Se salva, eso sí, un aspecto que siempre ilusiona al aficionado, como es
el debut de un canterano con el primer equipo. En efecto, corría el minuto 79' del choque con Osasuna cuando Rubi decidía sacar del campo a Guardado para dar entrada a
Ismael Gutiérrez.
"
No me sorprende su debut. Se veía que tiene maneras, no se arruga y no le pesa la responsabilidad. Creo que lo puede hacer bastante bien", explica
Manuel Basco, su primer entrenador en
La Liara, equipo desde el que dio el salto al Betis con ocho años, y quien aconseja a Rubi: "
Debería ser quien jugara con William Carvalho; puede hacerlo de cierre y adelantado,
es muy dinámico, aunque también es verdad que hasta el mes que viene no cumple los 19...".
Da de cabeza el dato de su cumpleaños porque Manuel es
alguien muy cercano a la familia de Ismael, "un chaval bastante tímido, que habla poco pero muy centrado, disciplinado y que era buen estudiante".
Conoce bien al centrocampista, natural de la zona conocida en la localidad palaciega como 'casas baratas', y admite que "sus padres y su hermano (mayor) siempre se han sacrificado mucho por él". Pero también el propio Basco: "En su primera convocatoria con la selección sevillana, con la que fue campeón de Andalucía, tenía que jugar en Gines, y no quería ir, así que su padre
me pidió que fuera yo para que así fuera Ismael".
Eso ocurrió cuando el futbolista
ya "despuntaba" como benjamín de segundo año en La Liara. "Estuvo sólo una temporada porque
vino un ojeador del Betis y se lo llevó. Fue campeón en su liga de fútbol 7, donde jugaba donde lo hace ahora, en el centro; era muy
potente, bajaba y subía y de cara a gol era bueno".
Una calidad que llevan muchas campañas disfrutando en Los Bermejales, donde Ismael ha ido progresando por todos los escalafones béticos hasta convertirse en jugador del primer equipo el pasado viernes. Un éxito, sin duda, gracias a gente como Manuel Basco y a esa tropa de altruistas del fútbol modesto que propicia que sea un auténtico caladero para el profesional. "Esto es muy sacrificado, y rompo una lanza por esos directivos que se meten a trabajar en el bar de un estadio a las dos de la tarde y están hasta las doce de la noche para que los niños puedan jugar", como lo hizo hace años en el Marismas
un pequeño palaciego llamado Ismael, y que ya es futbolista de Primera.
"Tendrán que ver algo los tomates...""Tendrán que ver algo los tomates", dice entre risas Manuel Basco cuando se le pregunta
qué tiene Los Palacios para exportar últimamente tanto talento, aludiendo a esa fruta que es seña de identidad de la localidad del Bajo Guadalquivir. Como también lo son ya los internacionales
Jesús Navas y Fabián, primo este último de
Ismael, y que podrían tener su continuación en nombres como el delantero sevillista
Alexandro (juvenil), el mediapunta culé
Javi (cadete) o el infantil
Alejandro Navas, primo hermano del capitán nervionense y todavía en La Liara.