De lo que tanto se hablaba y tanto temía la afición del
Atlético de Madrid se hizo oficial en la tarde de ayer, miércoles.
Lucas Hernández hará las maletas rumbo a Múnich para enrolarse en las filas del
Bayern. La operación dejará 80 millones de euros en las cuentas del equipo colchonero pero también una baja muy sensible en su zaga.
El traspaso del campeón del mundo podría tener su réplica en el
Betis. Desde antes de que se especulara con la posible marcha del francés a
Alemania ya se hablaba del
interés del equipo de Simeone por el bético Aïssa Mandi. El internacional argelino gusta mucho a la dirección técnica rojiblanca que,
tras la marcha de Godín y Lucas, tendrá que reforzarse en esa posición en el próximo mercado.
El central del
Betis tiene una cláusula de 30 millones de euros, lo que lo hace aún más apetecible. Serra Ferrer contempla, desde hace tiempo, el aumento de esta cláusula y
elevarla a 60 millones, al igual que su compañero Marc Bartra. Desde el club bético ya se ha paralizado más de una vez la salida de Mandi,
Setién lo considera un pilar fundamental en su esquema e impidió su traspaso este pasado verano al West Ham, que ofrecía por él 14 millones de euros, una cifra que se declaró insuficiente por la relevancia del jugador dentro del equipo.
El futbolista
tiene contrato hasta 2021 y llegó al Betis de la mano de Miguel Torrecilla en verano de 2016, procedente del Reims, al que los verdiblancos abonaron 2,8 millones de euros por el traspaso.