Ricky deja goles y millones al Vitesse

En Heliópolis se estarán tirando de los pelos al ver las noticias protagonizadas por Ricky van Wolfswinkel. Hace dos veranos, Eduardo Macià conseguía la cesión de este consumado goleador que buscaba recuperar su mejor nivel como verdiblanco después de un frustrado paso por el Norwich. Pero un año después, el holandés decía adiós al Betis tras participar tan sólo en 870 minutos, repartidos en 19 partidos, anotando un gol en Liga y dos en Copa.

Unos pobres números que ni siquiera hicieron plantearse la ejecución de su opción de compra, tasada en 2,5 kilos por el 50 por ciento del pase.

Tampoco el Norwich confiaba en él. Después de adquirirlo por 10 millones en 2013, prácticamente lo regalaba por 600.000 euros al Vitesse. Pero en su país, Ricky ha vuelto por sus fueros, como hizo primero en el Utrecht y más tarde en el Sporting de Portugal. Sus números han sido sencillamente brillantes: 23 tantos y seis asistencias en 37 encuentros oficiales en la recién concluida temporada. Y con esa carta de presentación, a sus 28 años, el ariete ha dado un nuevo salto en su carrera, dejando además cinco millones de euros al fichar por el Basilea.

De este modo, Van Wolfswinkel firmó ayer un contrato de tres temporadas con el club helvético, hasta junio de 2020, y tendrá la posibilidad de disputar la Liga de Campeones la próxima campaña, ya que el conjunto suizo está clasificado directamente para la fase de grupos tras coronarse campeón de su competición doméstica.