El tiempo pasa y corre en contra de los intereses de un
Roman Zozulia que lleva ya 12 días esperando una solución a su fallida cesión al
Rayo, que fue frustrada por el insoportable clima de hostilidad que ha generado la afición de los vallecanos, que se opone a su llegada y que le acusa de tener ideas neonazis, algo que el punta ucraniano y todos los que le conocen han negado ya hasta la saciedad, sin que ello tenga efecto alguno en
Madrid.
Así pues, tanto el
Betis como el representante del jugador ucraniano buscan una alternativa y según informaba anoche 'El Pelotazo' de
Canal Sur Radio, la
FIFA podría hacer una excepción y dejar a
Zozulia jugar en otro club, que no sería otro que su club de origen, el
Dnipro ucraniano, uno de los tres por los que ha pasado esta temporada, evitando infringir así la normativa que prohíbe estar inscrito en más de tres clubes en una misma campaña.
Pese a todo,
su agente aseguraba ayer que esta vía "es complicada" aunque no estaría descartada por ninguna de las partes. De hecho, sobre el
Dnipro pesa en la actulidad una sanción por la que no puede fichar debido a varios impagos, por lo que todo sigue en el aire.