Lo de Olek Balcerowski y Unicaja ha sido, sin duda, el culebrón del verano en la ACB. Por encima de la salida de Yabusele o de la llegada del exmadridista Juan Núñez al Barça, la llegada del pívot polaco ha estado varias veces en el aire, ha pasado de estar 'hecha' a parecer imposible, de meterse por medio el Baskonia de Pablo Laso y, finalmente, de cerrarse cuando menos se esperaba.
"Casi al principio de verano estuve con un pie aquí, pero salió como salió porque el Panathinaikos rechazó mi marcha por no encontrar a otro pívot o por otras circunstancias. Estaba preparado para estar en el Panathinaikos por segundo año, pero luego ficharon a otro pívot, otra vez dieron la vuelta y me dieron la luz verde", explicó el ex del Gran Canaria, vigente campeón de la Euroliga y que llega del Panathinaikos al ganador de la Liga Regular en la ACB de la pasada temporada.
A sus 23 años, Balcerowski es uno de los mejores pívots del baloncesto FIBA y llega a un equipo que ha mantenido todo el bloque del año anterior y que aspira a lo máximo, a repetir título europeo, a intentar coronarse en la Intercontinental y a luchar por todos los títulos en España. "Ahí -cuando Panathinaikos fichó al ex NBA Omer Yurtseven- volví a hablar con el Unicaja porque desde el principio quería venir aquí en verano. La decisión de decir que sí a venir al Unicaja fue muy fácil", reconoce Balcerowski.
El jugador polaco, formado en la ACB, donde militó cinco temporadas, trató de dar el salto a un equipo puntero de Euroliga. Y lo logró, a un Panathinaikos plagado de estrellas, pero en el que él tenía un rol muy secundario. En un solo año se hartó y, durante todo el verano, ha tratado de salir de ahí. “Allí he aprendido que no siempre salen las cosas como quieres. A veces pasa que vas a un proyecto donde hay talento y jugadores buenos donde el entrenador tiene que elegir las mejores opciones y, en ese momento, había jugadores mejores que yo en ese equipo", afirma.
"Tienes que estar fuerte mentalmente y, a veces, tienes que buscar un sitio mucho mejor para ti donde la gente crea más en ti. Sobre todo, es cuestión de recuperar la confianza, de hacerlo mentalmente, de volver a jugar minutos... Aquí voy a estar muy bien”, añade el polaco.
Sobre su nuevo equipo, Unicaja no es un desconocido para Olek Balcerowski. No en vano, se ha enfrentado en múltiples ocasiones y sabe a qué pabellón viene a jugar. Aunque sí puede parecer más sorprendente que lo siguiera de cerca el pasado año, el único que jugó fuera de España. "He visto mucho al Unicaja, sobre todo el año pasado. Los resultados que han conseguido, terminando primero de la Liga regular, ganando la BCL... Es un proyecto que lleva muy bien ya dos años, consiguiendo muy buenos resultados y jugando muy bien", afirma el pívot del Este, que se muestra optimista ante lo que le espera: "Pensando en mí, también quería ir a un sitio donde pueda crecer como jugador y creo que Málaga es muy buen sitio para mí. Por eso elegí al Unicaja”.