Han tenido que pasar más de tres meses para que el que fuera técnico del Barça, Roger Grimau, rompiera su silencio. El excapitán blaugrana se fue por la puerta de atrás después de caer en semifinales de la Liga ACB ante el Real Madrid. Se fue tras un año sin títulos, como semifinalista de la Copa, tras perder en el 'play off' de la Euroliga... y señalado pro el club como el culpable de que una plantilla, supuestamente, hecha para luchar por todo, no se llevara nada.
Pese a que en principio parecía un año de transición con la salida de Jasikevicius, Mirotic, Kuric o Higgins, al final las expectativas de la directiva se dispararon con la llegada de Jabary Paker y Willy Hernangómez, y eso hizo que la presión aumentara. A eso se unió la derrota inicial en la Supercopa y una mala racha en diciembre que casi acaba en despido de Grimau. Al final, el Barça se rehizo, pero no pudo frenar a un Real Madrid que sólo falló en la final de la Euroliga ante el Panathinaikos.
“Desde el momento que firmé, sabía que eso -su despido- podía pasar. Pero yo confiaba en seguir, tenía dos años de contrato y confiaba en hacer ese segundo año e intentar hacerlo mejor. Pasó una semana y yo ya me lo imaginaba -que no iba a seguir-, pues en toda la semana no habíamos hablado del año siguiente. Con Navarro y Mario hubo buenas palabras y poca cosa más. La decisión ya era firme y no podía hacer nada. Tenían la sensación de que necesitaban un cambio de rumbo, yo tampoco quise preguntar más”, reconoce el extécnico del Barça en unas entrevistas concedidas a los programas ‘Tú diràs’ y ‘Tot Costa’ de RAC1 y Catalunya Ràdio.
Allí, aparte de valorar su futuro, no ha dudado en mojarse sobre temas polémicos. Y de señalar claramente a los que no le querían, especialmente a algunos de la cúpula. “Creo que se me ha faltado al respeto mucho desde el primer día. Había gente que no quería que me fuera bien. En determinados momentos era un blanco fácil. Entonces pasaba de todo, pero ahora que estoy fuera pienso que algunas cosas no fueron justas. Yo dentro, a nivel de club, me he sentido muy cómodo hasta el final. Y fuera... A pesar de no estar pendiente, idiota del todo no soy. Viendo las preguntas de las ruedas de prensa ya ves por dónde van las cosas”, señalaba en referencia a los que desde el principio, por la espalda, dudaban de él.
Eso también le llegó a los jugadores y, en parte provocó aquel altercado con Willy Hernangómez, en el que el pívot español le dijo que le quedaban "dos telediarios". “Son dos o tres cosas puntuales y muy escandalosos de cara al gran público, pero tampoco creo que fuera un drama de relación”, señala sobre ese caso concreto antes de asegurar que no se lo tomo "como algo personal".
“Estas cosas siempre pasan en los clubes. Creía que si él estaba bien, podíamos ganar. Si no, no podíamos ganar ningún título. Pero era una cuestión de egos. No me lo tomé como algo personal. Una cosa es que tenga o no razón. Pero es verdad que estamos hablando del ‘5′ donde Vesely hizo una temporada extraordinaria. Por más que Willy hubiese estado excelente, Jan jugaba 25 minutos muy bien. Y estamos hablando de hipótesis fantásticas si todo hubiese ido bien. Es difícil que los jugadores estén contentos. Cuando pasó aquello yo pensé en el club. Willy es un jugador top o franquicia, en el que se han gastado mucho dinero. ¿Qué gano apartando a un jugador? Preferí intentar ir juntos, pensando en el club”, reconoce un Grimau al que no le sirvió ser ahí 'un hombre de club' para que confiaran en él.