Ya desde cuartos de final, cuando las lesiones dejaron fuera a dos de los tres favoritos del Mutua Madrid Open y el que perdió (Alcaraz) también acabó con secuelas que le han hecho borrarse de Roma, se sabía que, como mucho, sólo un Top-10 estaría el domingo en la final. Y que, además, ese sería posiblemente el que menos se esperaba.
Andrei Rublev llegaba de vivir la peor racha de su carrera, había ganado un partido en los dos últimos meses y perdido en primera ronda en los dos únicos torneos de tierra batida, Montecarlo y Conde de Godó. Pero este domingo tendrá la oportunidad de recuperar gran parte del terreno que ha perdido desde pretemporada después de ganar en su semifinal a un Taylor Fritz que venía de cuajar un gran torneo, pero que poco pudo hacer para plantar cara al ruso.
Si Rublev llegaba mal, qué decir de un Felix Auger Alissiame que hace un año era el 9º del mundo y ahora había bajado hasta la 35ª posición. El canadiense, en estos últimos 12 meses, sólo había sumado con el título logrado en Basilea y con la tercera ronda del último Open de Australia. Del resto, sólo las semifinales en el ATP250 de Montpellier le habían permitido 'sobrevivir'. En los nueve Masters 1.000, no ganó más de dos partidos, en los Grand Slam siempre cayó en primera ronda a excepción del mencionado Grand Slam australiano... Parecía condenado, pero su mala suerte acabó en Madrid.
Auger ya se libró de jugar su duelo de cuartos de final, ya que el número dos del mundo y primer cabeza de serie, Jannick Sinner, se habría retirado. Y en semifinales, Lehecka le duró seis juegos. Con 3-3 en el marcador, el checo también dijo basta.
De hecho, Lehecka era el tercer rival que se le retiraba en este torneo a Felix Auger Aliassime, ya que, aparte de Sinner, también lo había hecho Jakub Mensik con ocho juegos disputados.
La de Lehecka, además, es la enésima lesión de los dos últimos días, que ha dejado fuera a Sinner, Medvedev y al tenista checo, ha provocado una recaída de Carlos Alcaraz o la lesión del nuevo número uno del mundo en dobles Horacio Zeballos.
Con esto, su partido tuvo poca historia. Empezó igualado, los dos mantuvieron su saque y con 3-2 para Lehecka y 40-0 para Auger, el checo se colocó para restar y se quedó bloqueado, con la espalda rígida. Restó como pudo, pero se dirigió al banco y, tras hablar con el juez de silla, se fue para recibir asistencia médica. Volvió y jugó tres puntos más, pero finalmente, tras caerse, decidió parar para no agravar la lesión.
Si tuvo que pelearlo más un Rublev que fue mejor que Fritz, pero que tuvo que luchar durante 74 minutos antes de ganarle por 6-4 y 6-3. "Sentía mucha presión por alcanzar la final, pero he jugado bien. He superado la tensión del principio y he ido a mejor. (...) Esto es el tenis; hay buenos momentos y otros no tan buenos y siempre el tenis da una oportunidad para dar la vuelta a la situación", avisa el tenista ruso, claro favorito para la final masculina del domingo en el Mutua Madrid Open.