Tsitsipas y su ruptura más dolorosa

Pese a que su romance con Paula Badosa tuvo un momento delicado en el que ambos decidieron parar la relación para volver a continuarla después, la ruptura sentimental más dolorosa que ha experimentado Stefanos Tsitsipas ha sido la de su padre.

Ocurrió el pasado mes de agosto cuando le tuvo que decir a su padre Apostolos que su vinculación laboral con él había concluido después de toda su carrera juntos. Había llegado el momento de ser únicamente padre e hijo.

Y tras caer en el Open de Australia 2025 a las primeras de cambio y llevarse el primer fiasco de 2025, el tenista heleno se ha sincerado en una charla junto a Caroline García para el canal de Youtube Tennis Insider Club: “Creo que muchas cosas cambiaron fuera de mi tenis, lo que en realidad afectó a mi tenis. Así he estado reflexionando sobre ese cambio que he tenido con mi padre, que estuvo conmigo desde el principio. Obviamente hemos tenido muchas tensiones a lo largo de este camino. Creo que es bastante normal, no pensaría lo contrario. Él ha sido un gran apoyo para mí y es una persona muy emocional. Algunas personas no se dan cuenta de que es un padre demasiado emocional para tener cerca. Es alguien que me ha mostrado el camino durante muchos años de cómo salir ahí, cómo intentar hacerlo. No siempre se equivocó, pero también es un hombre de honor. Ha admitido muchas veces sus errores. ‘Me he equivocado, lo he hecho mal y acepto mis errores’".

Y en este mismo sentido ha confesado que no le había dejado antes por miedo a hacerle daño: "Este año he optado por dejar de colaborar con mi padre porque veía muchas cosas que le cansaban. Ya no tenía los mismos niveles de energía que antes. Ya hacía años que quería tomar mi propio camino, pero me resultaba difícil desconectar y dejar ir a mi padre que tanto ha hecho por mí. Es difícil cortar esa relación que hemos tenido de repente e ir por caminos separados".

Por último, ha relatado en este mismo medio cuál es su actual relación con él: "Estoy en contacto con él, hablamos y de verdad quiero que sea mi padre porque siento que, a través de nuestra relación en el tenis, las cosas se han mezclado un poco. Y he perdido eso. He perdido ese valor del padre que quiero tener en mi vida diaria personal. Y es que se había convertido más en un sentimiento de negocio. Siento que está más integrado en mi tenis que en ser un padre para mí. Y eso es algo que también me ha afectado en los últimos años porque siempre quise tener un padre a mi lado. Ese padre que recuerdo cuando tenía 10 años o 12 años, algo que ya no va a ser así".