Francisco Salas4 min lecturaEl Masters 1000 de Miami ya está en marcha y esta jornada de viernes es el momento en el que las mejores raquetas del mundo se han estrenado en el increíble complejo de Miami Gardens. En la parte final de la jornada será el turno de Carlos Alcaraz o Novak Djokovic, pero antes le ha tocado a uno de los grandes favoritos, el ruso Daniil Medvedev, quien pese a no estar en su mejor momento si que estaba ante una gran oportunidad de reencontrase con su mejor tenis, pero no ha podido ser, porque se ha enfrentado a un rival mucho más fuerte de lo esperado, el español Jaume Munar.
El tenista balear no es ni mucho menos un especialista en la pista rápida, de hecho se desenvuelve mucho mejor sobre la tierra batida, o eso ha hecho a lo largo de su carrera, porque en 2025 está en un momento de forma excelso sobre el cemento. Lleva todo el año dando sustos a quien sea que se le pone enfrente, pero le faltaba el golpe final, que ha llegado en la ciudad de Florida. Ya debutó ganando con mucha solvencia a Arthur Rinderknech, pero le venía un rival mucho más duro y ha hecho uno de los partidos de su vida.
El moscovita no destaca ni mucho menos por ser el tenista más estable del mundo, de hecho, todo lo contrario, por lo que cuando ha empezado a cometer más errores de la cuenta se ha hundido. Con el 2 a 2 en el marcador Munar ha conseguido una rotura que no solo ha confirmado, si no que ha repetido en su siguiente oportunidad, cuando Medvedev ha aprovechado el parón para llamar al supervisor y quejarse de las pelotas, que para él no eran dignas de un torneo de este calibre. Pero eso no ha molestado al español, que ha cerrado el parcial con un 6-2.
Así se han plantado en la segunda manga, donde la tónica ha sido similar. Un Munar muy seguro mientras que enfrente el ruso fallaba y fallaba, tanto que ha terminado con más del doble de errores no forzados. Y es que ha sido una apisonadora el bueno de Jaume, que ha vuelto a poner con un 5-2 muy cómodo tras encontrar un agujero en la derecha del ruso, que no era capaz de dominar los intercambios.
Sin embargo, cerrar el partido ante todo un número 6 del mundo es otra historia y no ha podido ser al resto y casi tampoco al saque, pues Daniil ha conseguido dos bolas de rotura, que tampoco ha aprovechado. Así ha llegado la primera oportunidad de partido con su servicio y ahí el español no ha fallado, certificando la sorpresa, la mayor de lo que va de torneo, y ganándose el derecho a seguir soñando. Por lo pronto en tercera ronda le espera el ganador del Monfils - Lehecka.