El Master 1000 de Montecarlo iba a ser la vuelta de la felicidad al tenis español en un momento sumamente malo, en el que solo Alcaraz estaba en la cima, pero tampoco venía jugando su mejor tenis; sin embargo, la cita monegasca, lejos de arreglarlo lo ha empeorado aún más, sobre todo porque Rafa Nadal iba a tener aquí su esperadísimo regreso a las pistas tras caer lesionado en Brisbane, pero cuando esa lesión en la cadera desapareció sufrió problemas abdominales que le mantienen alejado del circuito. Para colmo a esa mala noticia le siguió una igual de mala, y es que Alcaraz tampoco iba a tomar parte en este tercer Master 1000 del año. Dejando solos en el cuadro a Alejandro Davidovich y Roberto Bautista.
El malagueño no se presentó en primera ronda ante Sebastian Korda y recibió un vapuleo tremendo en poco más de una hora; mientras que el de Castellón, que llegó de rebote a la previa, hasta plantarse en segunda ronda y a punto estuvo de darle un susto a Hurkazc, pero finalmente no pudo con el polaco. Eso dejó como única baza en el Principado a un doblista como Marcel Granollers, que junto al argentino Horacio Zeballos llegaban como terceros favoritos al Montecarlo Country Club y en su arcilla lo están demostrando y ya están en semifinales.
Pese a que llevan años jugando juntos, y tienen multitud de torneos en su palmarés, nunca han conseguido levantar un Grand Slam, y por ello tienen en Roland Garros su gran objetivo, pero mientras tanto se preparan en este Master 1000, donde debutaron ante los estadounidenses Lammons y Withrom, a los que no dieron ninguna opción y vencieron por 6-2 y 6-4; y después en cuartos tampoco se lo han pensado y eso que el nivel subía mucho, porque tenían enfrente a dos veteranísimos franceses, que saben lo que es ganar grandes. Nicolas Mahut y Edouard Roger-Vasselin, de hecho este último le quitó un Roland Garros al catalán y a Marc López en 2014, cuando formaba pareja con Julien Benneteau. Pero ni con esas les han dado ninguna opción y les han superado con 6-4 y 6-3. Pero no está todo hecho, porque pese a que sean los únicos cabezas de serie que quedan vivos, aún les quedan dos partidos, y el siguiente será contra los belgas Joran Vliegen y Sander Gillé, que han sorprendido a los alemanes Tim Puetz y Kevin Krawietz.