La semana más difícil de Aryna Sabalenka le tenía reservado un triste final, ya que la bielorrusa no ha podido mantener el grandísimo nivel mostrado ante Paula Badosa y ha caído en la tercera ronda del torneo de Miami ante la ucraniana Anhelina Kalinina, acusando la presión del ruido generado tras la muerte de su expareja y su intento de jugar, hasta el punto de que ha terminado el partido desquiciada, con mucho nerviosismo en cada punto y rompiendo la raqueta.
Aunque en segunda ronda Badosa le plantara cara, Sabalenka dio muy pocas opciones a la española, sacando toda su potencia y despliegue físico, esta noche ha sido diferente desde el primer momento, ya que no ha podido encontrar consistencia con su servicio y ha cometido muchos errores no forzados, ante un rival que estaba mucho más consistente. Eso sí, el inicio de la de Minsk fue muy bueno, rompiendo el primer saque de Kalinina y poniendo un dos a cero, que hacia pensar en que de nuevo iba a sacar el rodillo como lleva haciendo todo el año. No hay que olvidar que la bielorrusa es a sus 25 años la número 2 del mundo y esta temporada ya ha ganado el Open de Australia. Pero esa ventaja fue un espejismo, ya que se fue del partido y cedió tres saques, para el 4 a 6 final.
Cuál ave fénix resurgió de sus cenizas en el segundo set para sacar fuerzas de las que no tenía y conseguir un 6 a 1 en un segundo set en el que no dio ninguna opción a su oponente. Solo concedió una bola de break y fue con 5 a 1 y de todas formas la solventó sin problemas. Después de este arrollador momento todo hacía indicar que le iba a dar la vuelta, pero nada más lejos de la realidad, porque nadie se esperaba lo que sucedió. Kalinina encontró uno su mejor tenis y desquició a Aryna, que se mostraba desencajada y fallando mucho, hasta el punto de que salvo una pequeña desconexión en el quinto juego, fue un ciclón, para devolver el 6 a 1 y confirmar la sorpresa, ante una rival que se fue del partido desquiciada rompiendo la raqueta.
Al finalizar el partido no se saludaron en la red, como es habitual entre tenistas bielorrusas -o rusas- y ucranianas, algo que ya se ha convertido en un gesto político. De cara a la siguiente ronda, Kalinina tendrá enfrente a la kazaka Yulina Putintseva por un puesto en cuartos de final.