Los grandes demuestran lo que son en los peores momentos, y en el tenis más aún, donde los mejores tenistas de la historia son lo que son por lo que han sido capaces de hacer en los días en los tenían todo en contra. De Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic se recuerdan los días donde han dado exhibiciones, con un juego por encima del resto, pero sobre todo se tiene en cuenta lo que han hecho cuando estaban contra las cuerdas. Nadal ganando con un único pie funcional, Federer agarrándose a la pista, Murray sin cadera, y de 'Nole' hay cientos de ejemplos, pero pocos como el de esta noche en Roland Garros, donde a sus 37 años ha dado una absoluta exhibición de resiliencia.
'Nole' sobrevivió a la tempestad nocturna que le planteó el italiano Lorenzo Musetti, que le puso contra las cuerdas camino de los octavos de final del Grand Slam parisino, pero que acabó remontando, 7-5, 6-7, 2-6, 6-3 y 6-0. La victoria número 369 en Grand Slam del número 1 del mundo, lo que le permite igualar al suizo Roger Federer como el jugador con más triunfos en torneos mayores, no fue la más sencilla, ni la más cómoda. Y además con récord incluido, ya que ha sido el duelo que más tarde ha acabado en la historia del evento.
Desde el primer set se vio que no era su día, quejándose tras cada punto largo, apurando más de la cuenta los descansos, y en definitiva dejando entrever que la edad le había hecho mella, pero nada más lejos de la realidad. Cuando todo hacía indicar un tiebreak, rompió el saque de su rival y dio el primer mordisco al partido. Pero todo cambió en la segunda manga, donde entre puntazo y puntazo, y con Musetti clavando el tenis, él estaba muy fuera, tanto que llegó al desempate, y así se conectó, y tuvo bola para ganar, pero fue incapaz y se igualó la contienda.
Se vino abajo el de Belgrado, que cedió el siguiente parcial con mucha diferencia, y es que estaba totalmente fuera del partido. No metía una y su rival clavava el tenis, de hecho, todo hacía indicar que iba a perder, y a ceder el número 1 a Jannik Sinner, pero nada más lejos de la realidad. Emergió, primero para llevarse el cuarto parcial con un break inverosímil, y después en el quinto para demostrar quién es y clavarle un rosco al transalpino. Ahora, su siguiente paso llegará el lunes, con el argentino Fran Cerundolo.