Pese a ser el vigente campeón del US Open, el tenista con más Grand Slam de la historia y quien podría batir el récord absoluto en esta edición, Novak Djokovic ve cómo el cuarto grande de la temporada no le tiene el respeto que merece. El tenista serbio regresaba en Flushing Meadows tras coronarse como campeón olímpico en París 2024 y debutaba ante el moldavo Radu Albot con un convincente triunfo. Aunque también lo hacía con una queja...
"Ser veterano ya no me ayuda nada a jugar hasta tan tarde porque siento que ahora mismo tengo poca energía. Es como si mi batería se acabara. Pensé que saldría a cancha sobre las 20:30 horas y, de repente, el partido anterior- duró dos horas y media. Esas cosas pasan cuando te asignan el segundo turno de la sesión nocturna. Hay que aceptarlo. Me encantan las sesiones nocturnas aquí, pero en el primer turno. Espero ser programado en esa franja en próximos partidos para poder acabar a una hora decente", avisaba Djokovic. El tenista serbio sí veía cómo le ponían el horario estrella a Carlos Alcaraz y lo pedía para él en la segunda ronda.
Sin embargo, la dirección del US Open ha decidido que ese horario debe ser de nuevo para una estadounidense. Si el lunes fue Sloane Stephens la que le precedió, ahora será la número tres del mundo, Coco Gauff, la que le haga esperar. Gauff se enfrentará no antes de la una de la próxima madrugada a la alemana Tatjana Maria. Y, Djokovic, a continuación.
Es decir, que si el duelo de Gauff se retrasa y el suyo comienza más tarde podría pasarle como a Tommy Paul y Lorenzo Sonego la pasada madrugada, en la que han acabado a las dos de la noche. Djokovic, de hecho, ya terminó su partido ante Albot a medianoche. De ahí su queja.
Sobre todo si, como ocurrió el pasado año, Laslo Djere le planta cara. Entonces, su compatriota le tuvo contra las cuerdas, estuvo dos sets arriba y le obligó a jugar cinco sets para poder superarlo por 6-4, 6-4, 1-6, 1-6 y 3-6 en tres horas y 45 minutos. Fueron los dos únicos sets que Novak Djokovic cedió en todo el torneo. "Recuerdo muy bien nuestro partido del pasado año y voy a analizarlo para hacer las cosas mejor", avisaba un Djokovic que no se ve para aguantar de madrugada una paliza como esa.