Carlos Alcaraz retomará su partido ante Gael Monfils en el Master 1.000 de Cincinnati con un marcador favorable, pero teniendo que superar un 3-1 en el 'tie break' de la segunda manga. Algo que, si logra, dará el partido por terminado, pero si no lo consigue, se verá en el aprieto de tener que ir a un tercer set.
El aprieto no sería otro que tener que ganarle ahí al veterano tenista francés, algo asumible para Carlos Alcaraz, aunque llegue de jugar en tierra (Juegos Olímpicos de París 2024) y su rival de haber ganado a Popyrin en primera ronda. El problema viene después, ya que la organización del torneo norteamericano, que no se está luciendo este año con los horarios como ha podido comprobar Paula Badosa, le ha colocado el siguiente encuentro con apenas un margen de dos horas y media. Es decir que si se llega al tercer set o Iga Swiatek -que juega antes- alarga su partido, sólo tendrá de descanso entre uno y otro encuentro lo que tarde el duelo entre Jannik Sinner y Jordan Thompson.
Y el rival que le tocaría a continuación no es un cualquiera, sino todo un ex Top-10 que el pasado año jugó las ATP Finals y que está llamado a ser una de las alternativas a Alcaraz y Sinner en el futuro. Se trata del danés Holger Rune.
Carlos Alcaraz, ajeno a eso, sigue acaparando protagonismo en Cincinnati, en su reaparición tras lograr la plata olímpica, y ha duplicado su esfuerzo en los últimos días para, tras jugar los Juegos y tomarse un pequeño descanso en Mallorca, poder adaptarse a marchas forzadas a la pista dura.
Aunque la prioridad con la que afronta el Master 1.000 de Cincinnati no es recuperar el segundo puesto del ránking mundial y sí lo es preparar el US Open, no olvida que, de alcanzar los cuartos de final superar a Novak Djokovic y llegará por delante de él al cuarto torneo del Grand Slam, con lo que ello supone a la hora de evitar a Sinner hasta una hipotética final.
Sus esfuerzos en Cincinnati, pregonados a través de las redes, han incendiado a sus seguidores, con unas imágenes en las que muestra el gran estado físico en el que se encuentra. Alcaraz no pudo lograr su meta de alcanzar el oro en los Juegos de París, pero no ha perdido el pico de forma que logró entre junio y julio, cuando se coronó en Roland Garros y Wimbledon, algo sólo al alcance de los más grandes.