Rafa Nadal reconoció estar "tocadillo" tras su dura derrota ante Hubert Hurkacz en Roma. Esperaba poder disputar algún partido más para seguir creciendo de cara a Roland Garros y se quedó en el camino tras el partido más exigente que se le había presentado.
Al tenista balear, más que la derrota en sí y de que fuera en segunda ronda, lo que le dolió fue que apenas tuviera opciones para plantar cara en una superficie que hasta hace dos años dominaba sin problemas. Ya sufrió mucho en su debut ante el joven Zizou Bergs y, frente a Hurkacz, no tuvo opción. El polaco se impuso claramente en el primer set y también fue superior en el segundo.
Nadal, ante esto, no confirmó que fuera a Roland Garros, ya que sus expectativas no eran muy altas, pero sí que lo iba a intentar y dejó claro que iba a tratar de recuperarse mentalmente e intentar ser competitivo en el torneo que le ha hecho uno de los más grandes de la historia. "Hoy parece imposible ir a Roland Garros y pensar en nada especial, pero físicamente no he estado tan mal", avisó el balerar nada más terminar el choque, al tiempo que dejaba clara una declaración de intenciones.
"Yo espero prepararme bien y llegar a Roland Garros con las condiciones suficientemente buenas y darme una oportunidad de ver si soy capaz de pelear por lo que me gustaría pelear. Físicamente tengo algunos problemas, pero no los suficientes para decir que no voy a jugar en el evento más importante de mi carrera. Veremos cómo va la cosa, cómo me siento mentalmente mañana, pasado y en una semana. Si me siento preparado, intentaré estar allí y pelear por las cosas por las que he peleado durante estos últimos 15 años", avisó.
No lo podrá hacer, como se esperaba, como cabeza de serie. Para ello debería haber ganado el Master 1.000 de Roma y haber esperado alguna renuncia, ya que se habría situado en torno al puesto 35 del ránking. Pero sí sabe que, con sólo 11 partidos disputados en un año, ya está entre los 300 mejores del mundo. La victoria ante Bergs le ha permitido subir otras 29 posiciones provisionales para ser, virtualmente, el 276 del ránking.
"Voy a hacer lo posible estas dos semanas y ver qué plan puedo llevar a cabo para prepararme para estar diferente a lo que he estado hoy", advertía el balear, al que el subidón en el ránking no le dirá nada, pero que le sigue acercando a la elite en la que siempre ha estado desde el inicio de su carrera.