Pocas veces un partido de exhibición habrá parecido tan de competición. Carlos Alcaraz y Rafa Nadal ofrecieron en el llamado 'The Netflix Slam' un duelo de película, en el que los 12.000 espectadores presentes en Las Vegas quedaron encantados.
Fue un partido lleno de alternativas, en el que se repartieron los sets, los aciertos, los errores y hasta las jugadas espectaculares; en el que Rafa Nadal se levantó varias veces cuando parecía caído, como ha hecho toda su carrera; y en el que Alcaraz fue de menos a más para acabar con más energía, pero necesitando de hasta seis bolas de partido para doblegar a su rival.
"Jugar con Rafa es siempre muy especial para mí. De Rafa he aprendido su espíritu de lucha, él nunca se rinde, corre a por cada bola y pega golpes increíbles. Tuve unos pocos puntos de partido y él hizo puntos increíbles, nunca se rinde. He tratado de seguir haciendo mi juego, de buscar soluciones cuando las cosas no van bien. Ha sido un placer jugar aquí", señalaba el tenista murciano nada más acabar el duelo.
No podía haber sido mejor preparación para el Master 1.000 de Indian Wells que llega a continuación. Tampoco parecía que uno llevara dos meses sin jugar y, el otro, que se hubiera lesionado el tobillo hace tan sólo 12 días. La lucha fue frenética y titánica. Y también la igualdad sobre la pista.
Nadal arrancó con muchas ganas y lo demostró muy pronto rompiendo el saque de Carlos Alcaraz y yéndose ya con ventaja el primer descanso. El murciano elevó su nivel para aguantar en el set con su saque, pero a Nadal le bastaba esa mínima ventaja para hacerse con la primera manga. Sólo había sido un 'break' de diferencia, pero las sensaciones fueron mucho mayores.
El segundo cambiaron las tornas. Alcaraz empezó a moverse más, a ser más agresivo y a apretar desde el resto. Le devolvió la ruptura inicial al balear y adquirió una ventaja que, viendo cómo estaba sacando, se antojaba insalvable. Incluso pudo ser mayor porque, con 4-1 y saque de Nadal, dispuso de cuatro bolas de ruptura que levantó el mallorquín. Acostumbrados a ver a Nadal pelear hasta el final, a nadie extrañó que, con Alcaraz sacando para forzar el desempate, Rafa Nadal equilibrara el set. Pero, con 5-4 y saque, de nuevo apareció la derecha de Alcaraz para hacerse con la segunda manga por 6-4 y forzar un tercer set que se iba a jugar en forma de 'super tie break'.
Si titánico había sido el partido, más aún lo fue el desenlace final. Igualado al principio y loco al final, hasta seis bolas de partido necesitó Alcaraz para, en un punto final maratoniano, llevarse la manga por 14-12.
Al final, 3-6, 6-4 y 14-12 para Alcaraz ante su 'maestro' y la sensación de que los dos están plenamente recuperados para afrontar un torneo de la exigencia de Indian Wells.
"No he podido jugar mucho en los últimos dos años, así que jugar aquí, con Carlos y ante una gran afición, significa mucho para mí. Es un desafío jugar contra él. Somos de generaciones muy distintas. En España tenemos que estar muy contentos por tener a alguien como Carlos. Es un jugador increíble. Con solo 20 años ha ganado dos Grand Slams. Como tenista no me enfrentaré con él muchas veces, pero como fan seguiré disfrutando de él mucho tiempo, espero... Sólo puedo dar las gracias a todos los seguidores, durante mi carrera siempre me he sentido querido y apoyado por todo el público", afirmaba el balear, que también se sentía ganador en cierto modo. Había aguantado casi dos horas (1 horas y 58 minutos) al número dos del mundo.