El Masters 1000 de Cincinnati pierde a uno de los grandes candidatos a hacerse con el trofeo, y no es otro que Carlos Alcaraz. El español empezó dominando el encuentro pero poco a poco su rival, el francés Gael Monfils, le fue comiendo terreno y se puso por encima en el marcador. El murciano veía como pese a haber dado el primer paso hacia la victoria se le estaba escapando el partido, y eso, unido al cansancio de todos los encuentros que ha jugado en la última semana, ha supuesto unas consecuencias inimaginables. Alcaraz cae eliminado en Cincinnati y pierde los nervios, mostrando un comportamiento irreconocible.
Carlos Alcaraz en muy poco tiempo como profesional ha conseguido colocarse como uno de los mejores tenistas españoles y del mundo, actual ganador de Roland Garros y Wimblendon. Es el heredero perfecto para cuando la leyenda de Rafa Nadal decida retirarse definitivamente de las pistas. Pero además de por su increíble nivel jugando a Tenis, Alcaraz es muy reconocido por su forma de ser. Siempre con una sonrisa, un deportista limpio y sereno, que no se da por vencido y que lucha hasta el final.
Pero hoy ha sido totalmente diferente, dejando impactado tanto al público como a la audiencia. A Alcaraz no le salían las cosas y lejos de seguir intentándolo parecía que la situación se había apoderado de él. Hasta que llegó un momento impropio, en el que descargó toda su ira contra su raqueta, dándole varios golpes y dejándola inutilizable. El español ha terminado perdiendo el partido y eliminado de esta competición, pero lo preocupante es la actitud que ha mostrado.
El partido inició muy igualado entre ambos tenistas, y así ha sido hasta el final. En el primer set Alcaraz consiguió ponerse por delante de su rival para avanzar hasta la siguiente ronda. En cambio, el segundo set le iba a complicar la existencia al español. El francés comenzaba a darle la vuelta al marcador mientras Carlitos no le daba oportunidad para alejarse demasiado. Fue necesario llegar al Tie Break para conocer al ganador del set, que si era para Carlos hubiera acabado el partido. Pero este se lo llevó Monfils forzando un último set.
El tercer y último set fue la perdición de Alcaraz, que cada vez estaba más cansado y más frustrado al ver que se le podía escapar una victoria en la que él había dado el primer paso, mientras que no le salían las cosas para volver a ponerse por encima. Y así fue, el francés se crecía mientras Carlos estaba cada vez más desconcentrado y nervioso, tanto que perdió los nervios y mostró una actitud que nunca se le había visto, cargado de rabia y pagándolo con su raqueta. Al final, Monfils se impuso y se llevó la victoria y el pase a los octavos con un resultado final de 4-6, 7-6(5) y 6-4.