El Sevilla honró este miércoles con su 'XIII Dorsal de Leyenda' a su excapitán internacional Francisco López Alfaro, un centrocampista organizador de enorme clase, "genial" con su "fútbol de embrujo", "de terciopelo y altos quilates", como destacó en un emotivo acto su presidente, José Castro.
En el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán, el de Osuna, de 59 años, actual técnico de la cantera nervionense y también entrenador, se mostró emocionado y muy agradecido por recibir la máxima distinción del club a sus jugadores históricos, por sus 302 partidos en nueve temporadas como sevillista (1981-1990), aunque también siete en el Espanyol hasta su retirada en enero de 1997 por una lesión.
"Muchas gracias a quienes me han otorgado este 'Dorsal' y me han permitido entrar en el mismo club que grandes leyendas del Sevilla. Lo llevaré en el corazón, es un honor, un orgullo y una responsabilidad. Por muchos años que pueda vivir, es imposible darle al club lo que yo he recibido de él", recalcó Francisco.
El canterano, subcampeón de Europa con España en París en 1984 y que también jugó el Mundial de México 86, fue veinte veces internacional -el segundo sevillista con más presencias en todas sus categorías tras Jesús Navas-, y estuvo arropado por numerosos compañeros de su época en el Sevilla y también en el Betis, así como por José Miguel González 'Míchel' en representación de los que tuvo en la selección.
Junto con su familia, también acompañó a 'Fran', como es conocido, el técnico Manolo Cardo, que lo hizo debutar con 19 años en Primera tras la destitución del luego seleccionador Miguel Muñoz en un 1-4 en Zaragoza con los cuatro tantos del brasileño Pintinho y del argentino Jorge Valdano.
El excentrocampista, que admitió que durante el acto había derramado "bastantes lágrimas", se reencontró con compañeros como Pintinho, Jiménez, Álvarez, Montero, Fernando, Moisés, Ruda, Ramón, s, Nando, Salguero, Zúñiga, Rafa Paz, Prieto, Diego o Sanjosé, y los exbéticos Parra, Ortega, Biosca o García Soriano.
"Uno de mis sueños de chaval era ser recordado por lo hecho en la vida; hoy, 31 años después de mi último partido aquí, recibo este Dorsal con profundo orgullo y hago partícipes de él a todos los que me ayudaron a conseguirlo", indicó.
El ursaonense citó a sus padres; a su familia y amigos; a la gente de su "equipo de barrio"; a todos sus técnicos, con menciones especiales a Pepe Alfaro, quien lo llevó a la cantera sevillista; a Cardo, "un padre" para él porque creyó en sus cualidades "como nadie lo hizo", y a Muñoz por su etapa en la selección; y a sus compañeros en el Sevilla y el Espanyol, su otra "casa" y donde disfrutó "mucho" durante nueve años.
En sendos vídeos destacaron su calidad futbolística y humana excompañeros del Sevilla y de España, entre ellos Julio Alberto, Santillana, Víctor, Gallego, Camacho o Arconada, y en el acto el exbético Antolín Ortega lo calificó como "un amigo" y "un monstruo como jugador" y bromeó al indicarle que veía que hoy no llevaba "espinilleras", con lo que así él no podía "jugar este partido".
El exjugador internacional Míchel recordó que en las categorías inferiores de España Francisco "era una inspiración y un guía, como un padre" para todos y "un '10' indiscutible" por su "excepcional estilo de juego", con lo que todos sabían que debían "jugar alrededor" de él, y dijo que "hoy un jugador como tú no se le habría escapado a Monchi".
En representación del Espanyol, su histórico delegado José María Calzón recordó la "brillante" etapa de Francisco en el club perico, donde da nombre a la puerta 18 de su estadio, y también que fue a él a quien se le ocurrió ponerle 70.000 millones de pesetas de cláusula, la más alta en su día del fútbol español, y calificó como "muy merecido este homenaje a una gran leyenda del fútbol y, sobre todo, una gran persona" y
El presidente sevillista, tras recordar a otra "leyenda" de la cantera como José Antonio Reyes en el tercer aniversario de su muerte, ensalzó la figura de Francisco y aseguró que "hoy el Sevilla hace justicia contigo y con el embrujo de tu fútbol", y que su calidad humana, elegancia, talento, pases en largo o regates aún son "un orgullo" para el sevillismo.