El merecido tributo a un mito del Sevilla que la pandemia obligó a posponer

Deuda saldada: Francisco López-Alfaro, centrocampista sobrado de calidad y talento que deleitó al Sánchez-Pizjuán en las últimas décadas del siglo XX, recogerá este miércoles el decimotercer 'Dorsal de Leyenda'

El merecido tributo a un mito del Sevilla que la pandemia obligó a posponer
- EFE
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El centrocampista Francisco López Alfaro, que estuvo en activo en la década de los ochenta y noventa del siglo pasado en el Sevilla FC y el RCD Espanyol, recibirá este miércoles el decimosegundo 'Dorsal de Leyenda' (aunque será el decimotercero por orden de entrega), merecidísimo tributo que el club sevillista le concedió en 2020 y que no pudo recoger en su momento por la pandemia de covid.

El Sevilla FC salda así la deuda que tenía con uno de los jugadores más importantes de su historia y que se une al selecto grupo que conforman Juan Arza, José María Busto, Marcelo Campanal, Ignacio Achucarro, Antonio Valero, Paco Gallego, Enrique Lora, Curro Sanjosé, Antonio Álvarez, Enrique Montero, Pablo Blanco y Juan Carlos Unzué, el último que lo recibió el pasado mes de febrero.

"El 10 de febrero de 2020, a las puertas de una pandemia que cambió la vida de prácticamente todo el planeta, el Sevilla anunció la concesión del Dorsal de Leyenda a uno de sus canteranos más históricos, el ursaonense Francisco López Alfaro. Un nombramiento que este miércoles 1 de junio de 2022 quedará saldado, con el acto de entrega de esta distinción en el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán", informa el club en un comunicado.





Francisco, nacido en la localidad sevillana de Osuna el 1 de noviembre de 1962, jugó más de 300 partidos con la camiseta del Sevilla FC a lo largo de nueve temporadas, con un rendimiento que le llevó a la selección nacional absoluta cuando estuvo dirigida por Miguel Muñoz, con quien participó en la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1986.

Francisco se formó en la cantera sevillista y compitió 16 temporadas en Primera división entre los años 1981 y 1997, las cuales repartió entre el Sevilla FC, donde estuvo nueve campañas, y el RCD Espanyol, que defendió las siete restantes.

Como sevillista jugó 302 partidos, de ellos 258 en Liga, 30 en Copa del Rey, 8 en Copa de la UEFA y 6 en Copa de la Liga, en lo que consiguió 28 goles. Ya tras acabar su etapa de futbolista, entrenó, entre otros equipo, al Real Jaén, Extremadura, Figueres, Numancia, Badalona o el Atlético Baleares.