Este lunes, 1 de abril, comienza formalmente la segunda etapa de
Monchi al frente de la dirección deportiva del
Sevilla FC,
a pesar de que en la práctica ya lleva varios días ejerciendo como tal, hasta el punto de que, incluso, se ha dejado ver por la ciudad deportiva y los entrenamientos del primer equipo, ahora en manos de
Caparrós.
Y una de las primeras tareas que tendrá que afrontar el director general deportivo de la entidad nervionense es la referente al entrenador, pues de ello, en gran medida, dependerá también la planificación deportiva de la 19/20. Justo lo mismo que ocurrió el pasado verano, aunque a la inversa, con
Pablo Machín y su particular idea de fútbol, al que
Joaquín Caparrós no supo dar del todo los mimbres que requería en ciertos puestos muy determinados, notándose luego las carencias a lo largo de una temporada en la que el Sevilla, además, ha sido duramente castigado por las lesiones.
En la pole, lógicamente, está un
Joaquín Caparrós que ya ha manifestado públicamente que
le queda mejor el chándal que la corbata y que le encantaría continuar trabajando con Monchi la próxima temporada, lo que dependerá, en gran medida, de él mismo. De conseguir en estas diez últimas jornadas el objetivo marcado, la cuarta plaza, difícilmente le podrán dar el equipo a otro entrenador el próximo curso, si el deseo de
Caparrós es el de guiar al
Sevilla FC por primera vez en su carrera por la
Champions, uno de los pocos retos que se le resisten a estas alturas de la novela. El no alcanzar la cuarta plaza tampoco excluye a Caparrós, aunque sí dificulta su continuidad, por lo que la maquinaria sevillista no para.
De hecho, ya adelantó trabajo el club semanas atrás, justo antes de despedir a
Pablo Machín, cuando se analizó lo que ofrecía un mercado de entrenadores bastante limitado que lo era aún más en ese momento, con la temporada ya empezada. De ahí que lo ideal fuera apostar de nuevo por
Caparrós para este final de temporada y el próximo verano, con el curso ya acabado, analizar qué es lo más oportuno.
Entre ello, múltiples ofrecimientos; uno de ellos, de especial relevancia. Se trata del portugués
Jorge Jesus, un eterno aspirante al banquillo del
Sevilla en la época de
Monchi como director deportivo que ahora ha quedado libre, después de haber rescindido recientemente con el
Al-Hilal de Arabia Saudí.
Tal y como ha podido conocer ED, se trata de un
ofrecimiento que ha llegado por diferentes vías, desde antes, incluso, que se oficializara el retorno a Nervión del de San Fernando, quien también lo manejaba. Su elevado caché es el principal inconveniente de un técnico que en
Portugal siempre ha construido equipos ganadores y de fútbol atractivo.
Dar el salto a una de las cinco grandes ligas europeas es su principal objetivo ahora, relatan a este diario fuentes próximas a su entorno, siendo
LaLiga su mayor predilección. El propio
Jorge Jesus se ha referido a su futuro: "No tengo ninguna propuesta ahora, yo y mi agente recibimos algunas llamadas de muchos clubes europeos, pero prefiero empezar al principio de la temporada, no a mitad".
Stefano PioliJorge Jesus, lógicamente, no es el único nombre que manejan en la planta noble del
Sánchez-Pizjuán. Desde Italia, sin ir más lejos,
Tuttosport apunta el nombre de Stefano Pioli, actual técnico de la Fiorentina.
Pioli tiene una dilatada carrera en el fútbol italiano y sus últimas tres experiencias en los banquillos han sido en clubes con aspiraciones como la
Lazio, el
Inter y la propia
Fiorentina. Al equipo toscano lo dirige por tercera temporada consecutiva y tiene contrato hasta junio de 2019, por lo que quedaría libre.