Machín le da galones y el Mudo se crece

Si logra mantener el alto nivel de juego que está mostrando en este arranque liguero, pinta a que la 2018/2019 va a ser la de la consolidación de Franco Vázquez como uno de los principales líderes del nuevo Sevilla.

Su lenguaje corporal -hombros abajo, poca intensidad y un lánguido caminar por el campo- le hizo cargar con una impopular fama de apático y frío; pero su gran inicio de curso ha hecho menguar notablemente su grupo de detractores. No será un jugador pasional ni aguerrido, pero pocos destilan tanto talento y claridad de ideas.

El nuevo sistema le viene como anillo al dedo, pues le ha dado mucha libertad de movimientos, ha multiplicado sus funciones y ha hecho que se crezca: baja a recibir para ayudar en la salida, se gira -sabe usar su cuerpo para proteger el balón como pocos- para ver el fútbol de cara, aporta una pausa básica para dar fluidez a la circulación de balón y exhibe último pase y buen disparo.

Pese al 5-1, fue clave para ganar al Standard, al marcar todo un golazo sólo un minuto después del empate de los belgas y forzar la falta y el penalti con los que Banega abrió y cerró el marcador.