Antonio José Medina4 min lecturaCon el permiso de las dos principales estrellas de 49ers y Chiefs, Brock Purdy y Patrick Mahomes, la atención de la Super Bowl LVIII la han acaparado otros, uno de ellos importante en el equipo de Kansas City, pero la otra totalmente ajena al fútbol americano. Se trata, obviamente, de la pareja que forman el receptor del equipo que lidera Mahomes, Travis Kelce, y de su novia, la afamada Taylor Swift.
Travis Kelce fue noticia el domingo por su ausencia en la gala de los Grammy, en la que Taylor Swift hacía historia, al lograr por cuarta vez el premio más codiciado, el concedido al mejor álbum del año. La cantante norteamericana dejaba atrás a mitos como Frank Sinatra, Stevie Wonder o Paul Simon.
De igual forma, la propia Taylor Swift es noticia porque pueda acudir o no a esa Super Bowl del domingo, en la que sería una atracción más que unir a las muchas que el espectáculo ya de por sí propone. Aunque no llegase de Japón -donde tiene un concierto menos de 24 horas antes de la final de la NFL- Swift será protagonista. De eso se ha encargado su pareja, un Kelce que, en el Super Bowl Media Day, no ha dudado en elogiarla y hacerle una promesa.
"Ella es increíble, ella misma está reescribiendo los libros de historia", señaló Kelce, quien reconoció que le había prometido que si ella ganaba el Grammy, él tendría que hacer lo propio ante los 49ers. "Le dije que tendría que cumplir mi parte del trato y traer algo de hardware también", señalaba la estrella de los Chiefs, quien reconocía que incorporar a los seguidores de Taylor Swift había sido de gran ayuda para los Chiefs. "Taylor tiene una base de fans increíble que la sigue y la apoya durante toda su vida. Ha sido divertido reunir a los Swifties y Chiefs Kingdom, introduciéndolos en el mundo del fútbol y del deporte. Ha sido genial experimentar eso", añadía Kelce.
El mejor lugarteniente de Patrick Mahomes, clave para que su equipo se metiera en la Super Bowl LVIII, estaba especialmente eufórico y no ocultaba las muchas ganas que tenía de jugar ya la final. Especialmente, después de recibir los abucheos de una mayoría de aficionados del equipo de San Francisco que había en ese Media Day. "Quiero jugar ahora mismo. Amo los abucheos, pero más las lágrimas, continúen 49ers... Confío en los jugadores que tengo alrededor. Ha sido un año diferente y eso nos ha hecho más fuertes. Pelearemos juntos", afirmaba Kelce, que podría ganar su tercera Super Bowl.
"Me fijé una misión desde que jugué mi primera Super Bowl, ganamos el año siguiente de haberlo perdido en contra de los Buccaneers, eso me motivó a llegar al punto en el que estoy aquí. Me han escuchado decir esto mucho, pero esta Super Bowl es la que más he deseado en mi vida", advierte antes de reconocer que sólo vivirlo es algo que ya se queda en la memoria para siempre: “Es el escenario más grande del mundo. Lo amo. Son momentos emocionantes. Es una oportunidad de vida que he podido disfrutar varias veces”.