El ciclismo está muy lejos de ser un deporte de contacto, pero si que hay muchas rencillas entre corredores que a veces se solucionan de formas ciertamente más violentas de lo que deberían, como ocurrió en la reciente Volta a Catalunya, donde además de la brutal exhibición de Tadej Pogacar, que fue el mejor en todos los terrenos, para llevarse a casa cuatro etapas y conquistar la clasificación general con 3 minutos y 41 segundos de margen sobre el segundo, un renacido Mikel Landa, hubo tiempo para la guerra. Y los implicados no fueron ninguno de los grandes nombres de la carrera, si no que fue Wout Poels, el veterano corredor neerlandés del Bahrain, que se pasó de la raya y recibió un puñetazo de Iván García Cortina.
Ha sido el escalador de 36 años el que ha aprovechado el podcast de Dylan Van Baarle para sacar a la luz lo sucedido. "Estábamos subiendo en una cuesta final y me sentía bien y quería avanzar, pero nadie me dejaba", entonces decidió seguir a Enric Mas en busca de una mejor posición, pero lo que consiguió fue un codazo de Nairo Quintana. "Quizás fue molesto, no es que quisiera adelantarlo, pero en un momento dado, me dio un codazo", tras eso le pidió explicaciones al colombiano sobre por qué había reaccionado así y el motivo de que estuviera "tan agresivo", aunque se pasó de 'listo' cuando le recordó a Quintana un episodio oscuro de su pasado. "Bromeé diciendo si había vuelto a tomar Tramadol, creo que me entendió" y aunque se arripintió or un momento de hacerlo, realmente estaba orgulloso. "Pero él mismo fue tan estúpido como para consumirlo en el Tour de Francia".
En un mundo de camaradería entre compañeros y donde el equipo y la defensa del líder son muy importantes, en Movistar no iba a ser menos, y en este caso fue García Cortina el encargado de tomar represalias contra Poels. "Cortina se interpuso entre ellos justo antes de la cima, se enderezó y me dio un puñetazo en la parte superior del brazo", mientras le dijo "siempre te pasa lo mismo". Al tulipán le dolió porque sus brazos no están "muy desarrollados", y pensó que no algo así debía ser castigado, así que lo denunció. "Después de la llegada presenté una queja oficial, porque varios ciclistas lo vieron, aún así, salió muy bien parado, con una pequeña multa y algunas deducciones de puntos UCI", pero lo que más le molestó es que su excompañero no se disculpara. "Realmente es una figura triste".