Los Mundiales de Atletismo en Pista Cubierta de Glasgow se cerraron con una segunda medalla para España, de Fátima Diame, y la decepción del 800 de Mariano García. Un sabor agridulce que ya se vivió con la grave lesión de María Vicente en el arranque, que le deja sin Juegos Olímpicos, y el regreso triunfal de Ana Peleteiro, que logró un bronce en el triple salto.
Fue de nuevo la longitud la que dio a España esta segunda medalla. La valenciana firmó un salto de 6,78 en su quinto intento que le valió su primera medalla absoluta en un gran torneo. Por delante de ella sólo estuvieron las estadounidenses Tara Davis (7,07) y Monae Nichols (6,85).
"Es un cúmulo de emociones lo que siento porque no suelo expresarme mucho. Solo que cuando realmente lo he ganado he pensado: por fin. Ayer cenábamos Marta Pérez, Ana Peleteiro, Esther Guerrero y yo y nos preguntó Ana si alguna vez habíamos pensado que ganábamos una medalla. Dijo Esther que no, esta noche lo he ganado yo y he pensado que Ana es bruja", bromeaba Diame tras colgarse la ansiada medalla y sacaba pecho por ello.
"He trabajado mucho y esto no ha sido el destino. Creo que ha salido el trabajo que llevamos haciendo y por fin ha salido la Fátima que esperaba. Pensé que podía ir a por todas. Cuando he hecho el 78 no me ha sorprendido. Es una marca que podía hacer. He querido ir a por más para que no me pasaran. He estado relajada y he disfrutado mucho. Puedo decir que ha sido una final soñada, porque en el sueño no sabía que metal tenía pero el bronce me vale", afirma Diame, que ahora encara los JJ.OO. de París 2024 con la esperanza de que puede pelearle a las mejores y soñar con otra medalla, si cabe, más querida.
Fue la única alegría en un tramo final donde ni el 800, con Mariano García, ni el 1.500 dejaron opciones de medalla. El murciano, favorito en esa prueba, se encontró en una guerra en la que todos parecían haberse puesto de acuerdo para frenarlo. En la batalla de codos se desgastó y se descolgó ya en la última vuelta, para acabar finalmente quinto.
"Quería posicionarme ahí delante y me han pillado la táctica de estos dos días. He tenido muchos golpes y he llegado al 500 final sin fuerzas", admitía Mariano García en declaraciones a la RFEA. "No hay que poner excusas. He hecho la carrera como un novato. Estoy feliz de estar en otra final. Es cierto que un golpe vale, dos... pero me han dado por todos los lados", aseguraba el español.
En el Emirates Arena tampoco se pudo pelear por las medallas en el 1.500, ni en la prueba masculina ni en la femenina. Adel Mechaal sólo pudo ser sexto, mientras que Mario García Romo acabó undécimo, un puesto similar al duodécimo que firmó, en categoría femenina, Esther Guerrero.
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