Hay pocas rivalidades en el mundo del deporte que signifiquen tanto para una disciplina como es la que vive el ciclismo actual con Wout Van Aert y Mathieu Van der Poel, el neerlandés y el belga llevan desde que eran niños enfrentándose tanto en carretera como en ciclocrós y cada vez que comparten línea de salida todo lo que no sea una batalla entre ellos será una sorpresa, aunque en los últimos años el del Alpecin ha cogido distancia. Por ello Van Aert este año ha elegido un calendario diferente y no ha sido hasta la E3 Saxo Classic de hoy cuando se han visto por primera vez y como si no hubiera pasado el tiempo, todo ha sido igual.
La primera de las carreras de Flandes ya nos regaló el pasado año un duelo brutal entre los dos héroes y Tadej Pogacar que acabó en las vitrinas de Van Aert, pero hoy ha sido diferente, con las condiciones climatológicas marcando una carrera en la que el Visma estuvo controlando los primeros kilómetros en los que los diferentes accidentes hicieron de las suyas, pero eso fue hasta que a falta de más de ochenta de meta Van der Poel decidió que hasta ahí duraba la tranquilidad y en el Taaienberg lanzó un ataque muy bruto que le permitió coger unos metros sobre un grupo con Van Aert, Skujins, Pedersen y Trentin, que finalmente acabaron cazando a Mathieu y agrupándose junto con otros veinte que venían por detrás y dando lugar a la grupeta en la que iba a estar la carrera.
Con los elegidos claros se dispararon las hostilidades. Primero Alaphilippe, después Pedersen, Skujins e incluso lo probó Van der Poel de nuevo, pero ninguno pudo coger más de unos metros, el que más Pedersen, pero la colaboración de los dos astros cerró el hueco. Sin embargo fue Oier Lazkano el que dinamitó la carrera a 50 kilómetros de Harelbeke, cuando arrancó con mucha potencia y llegó a tener más de diez segundos de renta para afrontar la ascensión que iba a ser la clave de la jornada, el Paterberg. En la subida que ya fue capital en 2023 Van der Poel explotó de nuevo para cazar al de Movistar y esta vez lo consiguió y además tuvo suerte, ya que cuando Van Aert trató de seguirle una rueda se le escurrió y se fue al suelo, limando sus opciones de cazarlo.
El campeón del mundo se fue solo y poco a poco fue cogiendo segundos mientras que el belga se repuso del golpe y se fue en solitario por detrás, regalando una suerte de contralerroj mano a mano en la que uno de ellos llevaba mucha ventaja, en total más de medio minuto. Sin embargo el del Visma no se dio por vencido y a 20 kilómetros de meta se puso a casi diez segundos, pero hasta ahí llegó la carrera, ya que poco a poco fue perdiendo fuelle. La brecha siguió creciendo hasta el minuto y treinta con el que llegó a meta, conquistando una carrera que no había ganado aún. Pero el segundo puesto fue una sorpresa, ya que Van Aert se quedó sin fuerzas y a tres de meta fue cazado por Jasper Stuyven, que tiró de él hasta meta, pero no le dio ninguna opción al esprint. Por detrás Jorgenson repitió su cuarto puesto del 2023, superando a Jonathan Narváez, mientras que Oier Lazkano, pese a que fue uno de los grandes nombres del día, acusó el esfuerzo y se cayó del top 10.