Los 100 metros lisos se erige en la prueba que despierta más atención en el atletismo por su espectacularidad y porque reconoce al 'hombre más rápido del mundo'. Una carrera que también centra los focos en el Mundial de este deporte y en los Juegos Olímpicos, y que supone una batalla constante contra los límites de hombre.
A lo largo de su historia, desde que la Federacion Internacional de Atletismo (IAFF) reconoció oficialmente la primera marca en la prueba, de Donald Lippincott con un tiempo de 10.6 segundos, los 100 metros ha sido un desafío contra la naturaleza humana, una guerra por bajar centésima a centésima que se prolongó durante muchos años con continuos nuevos récords, sobre todo desde 1987, cuando no duró en pie más de dos años y tres meses.
Hasta que llegó Usain Bolt y estableció una plusmarca mundial que se mantiene vigente desde hace 14 años y medio. No en vano, el jamaicano, en la final de los 100 metros en el Campeonato del Mundo de Berlín de 2009, paró el crono en 9.58 segundos, una marca supersónica que, desde entonces, nadie ha sido capaz de rebajar a pesar, pues ni siquiera se ha vuelto a bajar de la barrera de los 9.60. Para correr en 9.48, Bolt alcanzó una velocidad media impresionante de 44.72 km/h.
El propio Bolt en 2012 corrió en 9,63, mientras que los estadounidenses Tyson Gay, en 2009, y Yohan Blake, en 2012, han sido los que más se acercaron al jamaicano con 9,69 segundos.
¿Quién ostenta el récord femenino y desde cuándo?
Mucho más tiempo si cabe lleva en activo el récord en categoría femenina, pues data, nada más y nada menos, que del 6 de julio de 1988, cuando la estadounidense Florence Griffith recorrió la distancia en 10.49 segundos. Las jamaicanas Elaine Thompson, con 10.54, y Shelly-Ann Fraser-Pryce, con 10.60, han acariciado la proeza, pero no han sido capaces de batir uno de los récords femeninos más duraderos, junto al de 200 metros, también en posesión de Griffith.
¿Quién es Jesse Owens?
El estadounidense es, sin duda una de las leyendas de esta prueba, pues poco antes de Los juegos Olímpicos de Berlín 1936, más concretamente en los NCAA Track and Field Championships celebrados en Michigan, impuso un nuevo récord del mundo con 10.2 segundos, lo que acercaba un poco la posibilidad de bajar de los 10 segundos. Ya en los JJ.OO., ganó cuatro oros y su marca no fue mejorada hasta 20 años después por parte de su compatriota, Willie Williams, con 10.01 en 1956. Cuatro años más tarde, el alemán Armin Hary se quedó a las puertas con diez segundos redondos.
¿Quién fue el primero en bajar de los 10 segundos?
Este honor correspondió a Jim Hines, que pasó a la historia por ser el primero en correr por debajo de los 10 segundos con 9.9 en junio de 1968. Él mismo lo batió en los Juegos Olímpicos de México 1986, con 9.95 segundos. Un registro estratosférico hasta la fecha que se mantuvo en liza durante cerca de 15 años.
La leyenda del 'Hijo del Viento'
Fue entonces cuando apareció otro de los grandes de los 100 metros y de la historia del atletismo, el estadounidense Carl Lewis, que registró 9.86 segundos en Tokio en 1991 y llegó a ganar nueve medallas de oro, ganándose el apodo del 'Hijo del Viento". Lewis lo dijo claro: "El atletismo soy yo".
No obstante, su compatriota Maurice Green le destronó y bajó el récord a 9,78 en 2004, preludio de la era jamaicana estrenada con Asafa Powell, que firmó cuatro récords y dejó el crono en 9.735 segundos. Y, entonces, apareció Usain Bolt.