Una aparentemente
saludable caminata por el campo en
Slate Canyon,
Utah (EE.UU.) para hacer un poco deporte se convirtió en una pesadilla para
Kyle Burgess, amante del 'running' y el 'trekking' que, sin verlas venir, se convirtió en el protagonista de una acongojante
película de terror. Todo empezó cuando, durante su paseo, vio a lo lejos a un cachorro de puma y decidió grabarlo. Un simple gesto que casi le cuesta la vida.
Sólo un instante después de poner su cámara a grabar, la ternura que infundía el
cachorro de puma viró hacia el pánico generado por la
portentosa irrupción de su madre, que entendió al reportero como una amenaza para su familia y comenzó a perseguirle de forma
muy agresiva y con evidente actitud de ataque.
Ni siquiera la
lenta y pausada retirada de Burgess servía para calmar a la enfurecida mamá puma, por lo que optó por empezar a gritar fuerte para tratar de ahuyentarla. El 'plan B' tampoco funcionó. "¡Vamos amigo!
¡No tengo ganas de morir hoy! ¡Largo de aquí!", imploraba al animal.
"Esto
da miedo. Mi corazón se acelera. Amigo, está bien. Esto no es divertido", dice Burgess en el vídeo mientras se escucha a la cada vez más amenazante puma gruñir y dar
zarpazos en el camino, levantando una intensa polvareda. "¡Vete! ¡Vete! ¡Vuelve con tus bebés!", le pedía con la voz cada vez más temblorosa. Al final, armado de valor al ver que cada vez tenía menos que perder, el deportista se agachó, agarró una piedra y se la lanzó al puma, en
un último intento a todo o nada.
Por suerte, dio resultado y la fiera huyó a toda velocidad, para tranquilidad de Burgess, que se enfocó y dejó ver un rostro que mostraba con claridad la
enorme tensión del momento. A buen seguro, esta caminata no la olvidará en su vida. Y, la próxima vez,
se lo pensará dos veces antes de grabar a un animal salvaje.