Saltó hace unos días
la noticia de que el Betis va a intentar convencer al Barcelona de la permanencia de
Emerson en Heliópolis, una idea que no es nueva y que, lejos de los pactos ya suscritos, se podría modular de diversas formas durante los tres años más de
contrato que tiene como culé un futbolista que, claramente, ha
evolucionado desde su aterrizaje en
LaLiga. Se ha vuelto un lateral más
completo,
como demuestran las estadísticas, añadiendo a su indiscutible carácter ofensivo una solvencia defensiva que le vuelven muy interesante. No en vano,
Milan y PSG piensan en el paulista a corto-medio plazo, lo que, unido a la
crisis por la que atraviesan los azulgranas, invitan a pensar en un traspaso del ex de
Atlético Mineiro.
Emerson, sin embargo, se encuentra
tranquilo, centrado en seguir dándolo todo para meterse en
Europa con el Betis, un logro que, esté o no él en la
21/22 aquí, sería tranquilizador. Es consciente de su buen momento y redobla los esfuerzos en cada entrenamiento por seguir en esta línea. No ha variado su hoja de ruta, eso sí:
sueña con vestir la camiseta del
Barcelona y de compartir vestuario con su ídolo,
Messi, aunque esto último ya no depende de él. Su empeño es hacer la pretemporada a las órdenes de
Koeman (o del técnico que esté) para convencerle y, seguramente, apurará las opciones de quedarse aunque sólo sea una campaña, pues está seguro de que tiene nivel y demostrará que merece, como poco, competir con
Dest y Sergi Roberto por el puesto.
El carrilero brasileño está muy
agradecido al Betis por
apostar por él desde el principio, por lo que toda intención de conservarle en sus filas, con dinero de por medio en tiempos tan difíciles, le genera una alegría y una responsabilidad mayor para no
defraudar a los verdiblancos. Quiere probar fortuna en el Barça, aunque tendrá la última palabra de verse abocado a una nueva salida. Y, salvo propuesta fuera de mercado e
irrechazable por todos, dará su sitio a los heliopolitanos siempre. De hecho, Emerson confiesa a sus íntimos que se siente tan a gusto y
asentado en la capital hispalense que no le desagradaría lo más mínimo volver a liderar un proyecto europeo con el escudo de las trece barras en el pecho. En la 21/22 o cuando sea. La decisión todavía no está tomada, entre otras cosas porque el club copropietario de sus derechos ni siquiera tiene presidente hasta el
7-M.