El base estrella de los Warriors de Golden State, Stephen Curry, será baja por al menos dos semanas tras confirmarse que sufre un esguince en el tobillo derecho.
Una resonancia magnética que le fue hecha en Charlotte, donde se encuentra el equipo, no mostró que hubiese ningún tipo de daños estructurales y los Warriors esperan hacerle otra evaluación médica dentro de dos semanas.
"Fue una jugada tonta porque intenté buscar un robo", declaró Curry después del partido que la pasada noche disputaron los Warriors ante los Pelicans de Nueva Orleans y ganaron de visitantes 115-125.
Curry reiteró que se trató de una acción de "mala suerte" al quedar atrapado con el zapato de E'Twaun (Moore) cuando pasó a su lado y luego sintió un gran dolor y aunque quiso seguir en el partido ya no pudo.
"Me fui al vestuario para que me pusiesen hielo y comenzar de inmediato todo el proceso de rehabilitación para que pueda recuperarme lo antes posible", valoró Curry, que acabó el partido con un doble-doble de 31 puntos y 11 asistencias.
Su aportación fue clave para la remontada de los Warriors y tras anotar cinco triples llegó a los 2.000 que lo convirtieron en el octavo jugador en la historia de la NBA que lo consigue.
Los Rayos X que le tomaron después del juego resultaron negativos, pero Curry abandonó el Smoothie King Center de Nueva Orleans con una bota y muletas.
Mientras que el ángulo de la torcedura del tobillo que mostraron las imágenes de televisión fue pronunciado y severo.
Junto a la baja de Curry, los Warriors tampoco tendrán para el partido de mañana, miércoles, ante los Hornets de Charlotte al escolta reserva Patrick McCaw (contusión en la nariz) y al pívot georgiano Zaza Pachilia (dolor en el hombro izquierdo).
Los Warriors tienen marca de 19-6, la segunda mejor de la Conferencia Oeste y líderes en la División Pacífico.