El año de Pedro Acosta está siendo muy superior al de los últimos 'rookies' que habían llegado al Mundial de MotoGP, pero a la vez bastante inferior a lo que se esperaba de él, ya que estaba considerado el gran sucesor de Marc Márquez. Más aún después de su gran inicio de temporada, en el que encadenó podios y se hizo fuerte entre la élite del campeonato; sin embargo, problemas de su KTM y propios le han lastrado hasta el punto de acabar luchando por ser la primera KTM y justo detrás de los 4 fantásticos, pero sin poder pelear con ellos a largo plazo. Aunque eso sí, ha conseguido ganar en algo, donde ha batido incluso al propio Márquez.
El piloto murciano es, después del Gran Premio de Japón, el nuevo líder de la clasificación de las caídas, tras caerse en las dos carreras en Motegi, estando en ambas en una gran disposición para conseguir su primera victoria, dejando escapar un objetivo que se marcó a final de año, pero que no ha sido capaz de conseguir, al menos por ahora, aunque le quedan opciones como Philip Island y Valencia, donde puede lograrlo.
Y es que tras acabar esas dos veces en la grava, ya son 22 las ocasiones en las que ha dado con sus huesos en el suelo, superando en una sola a Marc Márquez, quien ha sido desde el inicio de la campaña el líder de esta 'poco honorable' clasificación. No obstante, con un margen tan corto como este puede acabar cualquiera de los dos arriba, y seguro que ni el de Gresini ni el del GasGas quieren acabar en lo más alto. Aunque tampoco tienen nada que perder, y solo les queda sumar algún título.
Ahora llega el circuito de Philipp Island, donde espera "seguir en la misma dinámica que el fin de semana de Motegi", pero tiene claro lo que necesita para poder ser competitivo y no es otra cosa que ahorrarse las caídas. "Australia es el primer fin de semana de los cuatro que quedan y es un circuito que me encanta, es el más exigente del campeonato y espero poder tener un buen resultado allí". Aunque se va a encontrar con un problemas inesperado, que no es otro que la temperatura. "Quizás el único hándicap en Australia para un chico de Mazarrón es el frío... ¡pero intentaremos combatirlo!", desveló el tiburón, que el año que viene luchará por todo desde el primer día.