Antonio José Medina5 min lecturaAlex Márquez ya dijo antes de que su hermano se subiera a la Ducati que no le iba a dar tregua y que le pensaba ganar desde los test de Valencia. La realidad es que Marc hizo el tercer mejor tiempo pese a su poca experiencia con esa moto y demostró que, cuando la conozca, volverá a ser tan temible como lo era en sus mejores años en Honda.
No pareció importarle y, al contrario, se alegró de su rápida adaptación y de que su llegada a la Gresini Racing sea tan placentera como esperaba. Los dos hermanos compartirán box por segunda vez tras su breve experiencia en Honda. Serán sus "primeros rivales" respectivos, como bromea el propio Marc, pero también habrá más unión que nunca en el equipo. En este sentido, Alex dejaba muy claro, en un evento celebrado por Estrella Galicia 0'0 donde coincidió con su hermano y ahora compañero, que ve a Marc Márquez al mismo nivel que cuando él llegó a Honda y su hermano era el vigente campeón de MotoGP.
"De Marc se puede esperar todo. Si bien la magia no la ha perdido, pero me ha preguntado mil veces si irá bien con la Ducati, pero sigue teniendo el nivel de 2019, se le ve entrenando. Habrá momentos difíciles, el primer año con una moto no es fácil y en ellos tocará sufrir, pero si alguien sabe sufrir es él", señala el menor de los hermanos Márquez, quien conoce mejor que nadie a Marc y se entrena con él a diario.
"Si peleo con Marc por la victoria... Yo quiero la primera", bromea Alex. "Déjame una al menos", añadía mirando a su hermano en el mismo tono. "La ventaja es que le conozco de los entrenamientos", comentó sonriendo Alex Márquez sobre una hipotética pelea por la victoria con su hermano, del que recordó cómo lo 'recibió' cuando ambos coincidieron hace cuatro años. "Cuando llegué a Honda me daba la brasa y llegué a decirle que me dejara en paz. Tenerle ahora es especial, porque es mi hermano, tengo la información más directa y la unión hace la fuerza. De eso me tengo que aprovechar", indica un Márquez ya refirió hace unas semanas que si Marc era rápido con la Ducati, él podría sacar enseñanzas que le hicieran, a su vez, más rápido.
"Nos aportamos mucho mutuamente. Sobre todo, el 'feeling' de hermanos, nos entendemos con una mirada. Antes ponía yo la cabeza, pero ya se ha hecho mayor, tiene más tranquilidad. Es un binomio, nos entendemos a la primera. Le contaré cosas, es el primer rival, pero es especial, porque cuanto más rápido sea él, más puedo serlo yo", añade Alex.
En este sentido, tiene claro que ahora tendrá la referencia en casa, como el año pasado tuvo con Bagnaia y Jorge Martín, los dos mejores pilotos de Ducati a los que siguió. "Compartir los datos es una ventaja y desventaja al mismo tiempo. Puedes tener mucha información y referencias, pero te puedes liar. Te llegas a obsesionar comparando con unos y con otros. Mi experiencia es coger siempre a los dos mismos de referencia. Pecco y Martín son en los que más me fijé el año pasado. Son estilos de pilotaje diferente y hay que entenderlo", señala sobre el hecho de que en Ducati todos sus pilotos compartan los datos.
Por otro lado, en cuanto a su adaptación a la moto, con la que obtuvo unos muy buenos resultados a final de temporada, espera sentirse este año aún mejor y desde el principio. "Tendría que seguir la evolución. El objetivo es empezar bien el año, con buen pie, porque eso hace que todo se haga más ameno. Estoy preparado para todo, con ganas de empezar y sentir la adrenalina de ir rápido. Acabamos el 2023 muy bien, hay que asentar esa base", advierte un Alex Márquez que está deseando de que lleguen los test en Sepang.